¿Todavía vale la pena casarse?

Mi esposa y yo nos casamos en 1968, justo cuando el matrimonio entraba en decadencia. Estaba de moda la unión libre; el amor libre también era muy popular. El concepto del matrimonio formal, el “documento”, definitivamente se consideraba anticuado.

La cultura pop y la industria del espectáculo no parecen decidir si el matrimonio es bueno o mal. El galán de Hollywood Brad Pitt tuvo varias relaciones muy famosas con diferentes actrices antes de casarse con Jennifer Aniston. Pero se separaron después de cinco años en medio de los rumores del amorío de Pitt con Angelina Jolie. Han vivido juntos siete años, han tenido y adoptado hijos, y al parecer el actor en el matrimonio parece un reflejo de la opinión popular.

 

Por otro lado, el canal HBO produjo la serie titulada Big Love, emitida de marzo de 2006 a marzo de 2011. Durante sus 53 episodios, la serie narró la historia de la familia ficticia Henrickson, en que el marido tenía tres esposas y varios hijos; luchaban todos por conciliar sus vidas dentro de un matrimonio plural, mientras interactuaban con un mundo monógano.

 

Pero cuando parecía que el matrimonio había perdido todo su prestigio en la sociedad (hasta se le llamaba por ahí  “esclavitud legal), el acta de matrimonio, ese “documento” anteriormente ridiculizado y devaluado, se convirtió en un buen muy deseado. Todo el mundo quería tener uno, hasta personas insospechadas (como las homosexuales). No existía una opinión sobre si la situación era buena o mala.

 

¿Qué dice la  biblia sobre el matrimonio?

Es mejor comenzar con lo elemental, así que iré directamente a Génesis. En efecto, el matrimonio aparece en el capítulo 2. Apenas Dios creó a Adán, este comenzó a mirar a su alrededor y descubrió que entre todos los animales, únicamente él estaba solo. Como mi esposa lo ha dicho muchas veces, es imprudente dejar a los hombres solos durante mucho tiempo y el Señor está de acuerdo: “No es bueno que el hombre sesté solos; le haré ayuda idónea para él. (gen. 2:18).

Así que Dios hizo a Eva y unió en matrimonio a la primera pareja. El libro de Génesis aclara la unión puntualmente: “El hombre deja a su padre y a su madre, y se une a su mujer, y los dos se funden en un solo ser” (Génesis 2:24). Simple y directo: un hombre, una mujer, un solo ser.

 

¿Pero “un solo ser”? Si, Durante los momentos bellos cuando el esposo y la esposa se unen físicamente. Cuando además esta unión resulta en un embarazo, ese solo ser asume la forma independiente de un niño o una niña. Todos los padres lo saben. Cada hijo en su individualidad es una mezcla interesante de las características físicas de sus padres. Decimos que “tiene los ojos de su mamá” o “el rostro de su pareja”.

 

Las técnicas actuales de identificación del ADN comprueban esa mezcla más llá de la complexión física. El niño, la niña, son testimonio viviente de la unión. No por casualidad relacionamos a los hijos con el matrimonio, pues Dios hizo un encargo a la primera pareja: “Sean fructíferos y multiplíquense” (Génesis 1.28). Así que en el principio, el matrimonio era un hombre, una mujer. Un solo ser.

 

Algo Sucedió…

 

Entonces apareció el pecado. Esta plaga afectó a cada criatura y distorsionó todas las relaciones, incluido el matrimonio. El cuerpo humano ya no funcionaba perfectamente. Algunas mujeres no podían tener hijos. Ciertamente los hombres deseaban a más de una mujer, y otros no querían a la que tenían. Brotaron la poligamia y el divorcio, que jamás formaron parte del plan original de Dios.

 

El divorcio no era un elemento del plan divino.

 

Para cuando Dios dio la ley al antiguo pueblo de Israel, las mujeres habían dejado de ser consideradas “ayuda idónea” y se las trataba como a objetos comerciales y desechables. Un hombre podía divorciarse de una mujer solamente  arrojar sus pertenencias fuera de su tienda. La mujer divorciada tenía que elegir entre morir de hambre, mendigar o prostituirse. Como remedio inicial, Moisés exigió a los hombres dar un certificado de divorcio.

 

Todo aquello que altera el plan original de Dios, representa un rechazo total a su autoridad.

 

Dios no había contemplado la poligamia o el divorcio

 

¿Por qué permitían estas prácticas?  Pues bien, Jesucristo dijo “ Por los obstinados que son” (Mateo 19:8). Acto seguido, reafirmó el plan original de Dios: “ ¿No han leído – replicó Jesús – que en el principio el Creador “los hizo hombre y mujer” y dijo: “Por eso dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su esposa, y los dos llegaran a ser un solo cuerpo”? Así que ya no son dos, sino uno solo. Por tanto, lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre. (Mateo 19:4-6)

 

No solamente Cristo reafirmó que el matrimonio consiste en un hombre, una mujer, un solo ser, también usó Génesis como evidencia. Entonces, si Dios no cambió la estructura del matrimonio, ¿Quién?

 

Los beneficios del plan divino

El plan original de nuestro Creador todavía es el mejor. El doctor Scott Haltzman, profesor de asistencia clínica del departamento de psiquiatría y comportamiento humano de la Universidad Brown, menciona:

El 90% de las mujeres casadas que llegan a los 45 años, vivirán hasta los 65, contra apenas el 80% de las mujeres divorciadas o que nunca se casaron. La tasa de mortalidad de las mujeres solteras aumenta un 50%. Los resultados son más sorprendentes en los hombres. Quienes llegan a los 48 años tienen 90% de probabilidades de cumplir 65 si están casados,  pero solamente 60 o 70% si son solteros; es un aumento de 250% en la tasa de la mortalidad.

Son muchos los beneficios del matrimonio. La gente casada se deprime menos y es poco probable que consuma alcohol o drogas. El matrimonio beneficia tanto a los cónyuges y la sociedad que casi no lo podríamos calcular. Ganan más dinero, sanan con mayor rapidez, pasan menos tiempo en hospitales.

No es sorpresa que mucha gente quiera casarse. Después de todo, Dios diseño el matrimonio, y quienes siguen su camino experimentan grandes bendiciones. El mismo Cristo afirmó que el plan divino permanece. La experiencia del matrimonio, como lo demuestran muchos estudios, está mejor que nunca.