Artículo: Infelices dentro de la iglesia, hay por montones

Soy pastor con más de 20 años de ministerio en la iglesia adventista del séptimo día. Desde que tengo memoria asisto a una iglesia ya que nací de una madre cristiana.

Una de las cosas que tristemente eh observado a lo largo de los años dentro de las filas del cristianismo es que existe una enorme cantidad de personas que no disfrutan su vida cristiana. Están en la iglesia, asisten regularmente, se sientan casi en el mismo lugar, participan de programas, dan sus diezmos y ofrendas, aconsejan a otros, no se irán nunca de ese lugar, sin embargo, no son felices ni dejan ser felices a otros.

Una vez leí una declaración “No existe tal cosa como un cristiano infeliz” Y esto me puso a pensar sobre cómo estamos viviendo nuestro cristianismo. Es muy cierta la declaración, ya que si Jesús está en tu corazón, tu vida debe reflejarlo “somos su luz” incluso la Biblia lo eleva al grado de decir que somos “la sal de esta tierra” una sal que debe dar sabor. Si consideramos lo que dice Romanos 8:28 “Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”.

Debiéramos ver nuestra vida y pensar si realmente estoy siendo el cristiano que Jesús quiere que sea, o simplemente me he enredado en las cosas triviales que nos desvían del objetivo como “peleas, discusiones, envidias, razonamientos, criterios, gustos o preferencias cristianas”. Hace unos años atrás, una persona a la que invité para que hiciera un pacto con Dios por medio del bautismo, me dijo “Con gusto haré mi compromiso con Dios, es lo que más deseo, quiero disfrutar mi relación con Jesús al máximo” Tuve el privilegio de bautizarlo, tiempo después me llamó para decirme lo siguiente “Pastor, me siento triste por que un hermano de la iglesia me dijo que si ya se me había pasado mi primer amor por Dios, que si ya era un cristiano normal” Y en efecto, quien le dijo esas palabras era un Pseudo cristiano en las filas de la iglesia por mas de 30 años (hay muchos así), en otras palabras una persona infeliz dentro del cristianismo. Tú atrévete a ser diferente, Jesús viene pronto. Recuerda que NO existe tal cosa como un cristiano infeliz, disfruta tu cristianismo al máximo. Sonríe, goza, alaba y contagia a los demás, aun cuando muchos solo estorben.

 

¡Feliz dia!

 

 

Fredy Murrieta

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