Cásate con un hombre que ame más a Dios que a ti.

¿Dónde están? ¿Será que todavía existen estos hombres?

Encontrar a tu hombre ideal no es tan sencillo como en los cuentos de hadas, donde el príncipe viene al rescate para salvar de algún hechizo malvado a la damisela en apuros. O como en el cuento de cenicienta donde milagrosamente el zapato de cristal le quedó a la perfección encontrando al hombre de sus sueños.

Buscar un hombre no podría ser menos complicado que el reto de encontrar zapatos a tu medida.

En nuestro mundo actual, contrario a un cuento de hadas, sería maravilloso poder conseguir tu hombre ideal con la facilidad con la que vas a los escaparates de las tiendas a comprar el mejor par de zapatos para un baile de gala. 

Dedicando toda la tarde para encontrar lo más adecuado y sensacional que lucirás el día del evento; buscando la medida correcta, color, que sean cómodos y por supuesto y más importante, que te sientas feliz con tu elección.

Pero desafortunadamente, encontrar a un hombre con las cualidades que anhelas como ser amable, confiable, comprensivo, agradecido, interesado en tu bienestar, que comprenda la importancia del trabajo, no es tan sencillo como elegir zapatos y menos si deseas que este hombre tenga un área espiritual genuina.

Encontrarlo es un reto elevado a cualquier potencia

La potenciación es un término relacionado con el verbo potenciar.  Esta acción, por su parte, consiste en aportar potencia (fuerza y capacidad) a alguna cosa.  Analizando la definición de potenciación nos damos cuenta que el encontrar al hombre con las cualidades deseadas, te quede a la medida y ame a Dios más que a ti, llega a ser un reto elevado a cualquier potencia.

Por lo tanto esta búsqueda te aporta la potencia que necesitas para tener fuerza de carácter para identificar al hombre ideal y te da la capacidad para decidir en base a las opciones que encuentres o se presenten.

Encontrar un hombre que ame a Dios más que a ti es el verdadero reto

Las mujeres, en su mayoría, son románticas por naturaleza y les gusta sentirse la número uno en la vida del hombre que la ama; entonces ¿Por qué desea una mujer que un hombre la coloque en posición número dos, dejando a Dios como número uno? ¿Por qué deberías querer encontrar un hombre que amara más a Dios que a ti misma? Si bien no podemos encontrarle mucha lógica inicial, la tiene y te conviene.

David Todd Christofferson, abogado de profesión, declaró: “El mundo y las mujeres claman por hombres que estén desarrollando su capacidad y sus talentos, que estén dispuestos a trabajar y hacer sacrificios, que ayuden a los demás a lograr la felicidad…[ellas] Claman: Llevantaos, varones de Dios!.

Si él ama verdaderamente a Dios, su trato hacia ti será sincero y real 

Una de las primeras cualidades que salta a la vista es el trato genuino que demuestra hacia otros y hacia ti. Dieter F. Uchtdorf, piloto aviador nos enseña “el amor se debe demostrar en palabras y en hechos”. Este hombre, si está hecho a tu medida, debe comportarse de tal manera que su forma de interactuar con otros y hacia ti sea genuina y real en diversas situaciones. 

Realmente hay un sinfín de lugares y formas donde puedes comenzar a tomar nota si los pensamientos y palabras de esta persona concuerdan con sus hechos. Si evalúas con cuidado lograrás observar como su verdadero yo sale a la superficie o tan solo utiliza estos actos bondadosos como una fachada para impresionarte.

Por ejemplo date la oportunidad de observar más allá de lo que es visible.  Cuando un hombre ama a Dios, sus pensamientos, sentimientos y sus acciones son congruentes. Toma nota al ver como actúa con personas en la calle, con meseros en el restaurante, su reacción en encuentros deportivos y como trata a sus amigos y familiares.

Evalúa qué piensa de diferentes temas y qué tan frecuente cultiva su intelecto y su espíritu. Y dos claves de suma importancia a tomar en cuenta es que sea agradecido y respetuoso.  Si este hombre ama a Dios, sentirás la veracidad de su amor y bondad que fluyen de su interior hacia ti y hacia otros de forma genuina.

Usa los lentes adecuados para distinguir entre alguien que sí ama a Dios y quién no

La cosa más increíble es encontrarte con una persona que reúne todas las cualidades, y no me refiero a que sea perfecto siendo humano con errores y defectos, pero la medida está en que si un hombre ama a Dios, todo lo demás que este hombre piense, sienta o haga se puede ver en su constancia y en su carácter noble y recto. Su amor por Dios y por ti tendrá un impacto generacional de lazos de amor genuinos, logrando que se encuentre felicidad y propósito aún ante los problemas de la vida.

Encontrar a un hombre que entienda su papel, que lo esté llevando a cabo y que ame más a Dios que a ti, se vuelve más fácil al usar los lentes adecuados para diferenciar entre alguien que lo ama y alguien que no.

Jeffrey R. Holland, Doctorado en la Universidad de Yale,  nos ayuda a distinguir con claridad este tipo de hombre que no ama a Dios y mucho menos a ti: “En el cortejo, yo les recomiendo que no pasen ni cinco minutos con alguien que los desprecie, que los critique constantemente, que les sea cruel y tenga la audacia de llamarlo humor”.

Ten cuidado de no estar solo viendo a través de los lentes del romanticismo y te dejes llevar por frases aduladoras y detalles románticos excesivos, y aunque esto no es algo negativo por completo, podría ser solo una pantalla y no la verdadera esencia de la persona en su interior.

 Cuando un hombre ama a Dios más que a ti, lo sabrás

Si él no está tramando impresionarte con su buen actuar, comenzarás a ver y escuchar tu voz interior que te indica que este hombre es verdaderamente genuino. Por lo tanto, te tratará de forma respetuosa y amorosa. ¡No lo dejes ir!

Un viaje a tu interior, podría ser en este punto decisivo, de gran ayuda al analizar y evaluar tus posibilidades. Escucha tu voz interior y para lograr esto de forma apropiada, debes tener paz en tu corazón, aferrarte a ideas correctas y conocer tu propio valor como persona. 

Recuerda la triada perfecta, sentimientos, pensamientos y acciones que sean congruentes al interior y al exterior.  De esta forma inequívoca vislumbraras el beneficio potenciado de encontrar un hombre que ame más a dios que a ti.