Ser novios no solo es platicar y hacerte sonreír, no es solo preguntarte cómo estás o qué estas haciendo, no es solo gritarle a los 4 vientos que eres mía o yo de ti, ser novios no es solo enviarte mensajes por facebook, whatsapp o el chat,  ser novios es más que eso…

 

 

 Es ir hasta donde estás no importa la distancia, recuerda que Moisés caminó 40 años solo por amor al pueblo hebreo. Ser novios es perdonar todos tus errores y defectos y reconocer tus virtudes, como José perdonó a sus hermanos después que lo vendieron como a un esclavo. Es esperarte con paciencia hasta que llegues para encontrarme contigo, como Jacob esperó 14 años trabajando por Raquel pacientemente sabiendo que todo era designado por Dios.

Y es que ser novios implica escucharte, verte, sentirte; como Jesús escuchaba a la multitud para sanarlos, los veía sufrir y les daba su perdón. Jesús sentía a la gente a su alrededor, sentía su tristeza, su dolor pero también sentía su amor, su alegría, les tenía paciencia. Les amaba con defectos y virtudes a tal grado que dijo estando recostado sobre el madero “Padre perdónalos porque no saben lo que hacen” él simplemente les amaba, ¿qué mayor ejemplo de amor que éste?

 

Es por eso que pienso que ser novios no se compara a aquel gran amor indescriptible demostrado en la cruz, donde en nuestro afán por querer sentirlo jugamos a querer ser novios… Mejor amemos a Aquel que realmente nos amó de tal forma, que nos prometió regresar por segunda vez para llevarnos con él y en lugar de jugar, mejor seamos novios de aquel que nos amó primero: Cristo Jesús.