Bebe agua, te ayuda a perder peso

Uno de los beneficios que posee el agua para tu cuerpo es que lo ayuda a perder peso. ¡En serio!

 

Esto se debe a los efectos termogénicos, detoxificantes que ejerce. Estudios recientes constatan que beber agua una cantidad adicional a  las recomendaciones de ingesta diarias, previene la retención de líquidos y ayuda a gastar más calorías durante el día.

 El valor del agua

 No hay otra sustancia tan ampliamente involucrada en diversas funciones organicas que el agua. Todas las reacciones químicas de nuestro cuerpo tienen lugar en un medio acuosom por lo que contribuye al buen funcionamiento de todas las células del organismo. Actúa como transportadora de nutrientes y otras sustancias en el sistema circulatorio. Provoca la excreción constante de desechos, y elimina toxinas a través del sistema  cardiovascular, el renal y hepático. Además. Lubrica y proporciona sopore estructural a los tejidos y a las articulaciones. Otra función destacada del agua es el papel que juega en la termorregulación, es decir, la temperatura del cuerpo.

 Efecto detoxificante y saciante

Cuando se sigue una dieta de adelgazamiento, se producen sustancia de desecho que el organismo elimina gracias a los procesos de los riñones y mediante la orina. Beber suficiente agua asegura el buen funcionamiento renal y la eliminación de esas sustancias. Por este motivo, otro papel importante de este nutriente durante la pérdida de peso es el efecto detoxificante.

 Beber agua cuando se tiene hambre, también produce la sensación de saciedad en el cerebro a nivel de hipotálamo, lo que puede ayudar a reducir la cantidad total de alimentos en una comida.

Ademá, si una persona que está en tratamiento dietoterapéutico (es decir, que sigue una dieta cuidada y planeada) utiliza el agua como su medio más importante de hidratación, evitará la ingestión de calorías vacías provenientes de otro tipo de bebidas, como jugos naturales o azucarados, refrescos y agua de sabor.

 Adelgazar con agua

 El agua puede ayudar a adelgazar, y no solamente porque previene y reduce la retención de liquidos. Esto ya fue debidamente demostrado en un estudio publicado en la revista The Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism. Según la investigación se asegura beber medio litro de agua aumenta el gasto metabolico en un 30% después de 30 o 40 minutos de haberla ingerido.

 El estudio también indica que el 40% de ese efecto termogénico está originado por el necesario calentamiento del agua en el aparato digestivo, que varía su temperatura entre 22° y 37°C. Tambien se observó cómo la energía para este cambio de temperatura en los hombres provino de las grasas, en contraste con las mujeres, que para ese mismo fin, utilizaron sobre todo los carbohidratos como fuente energética. Beber dos litros de agua al día supuso un aumento del gasto total diario de aproximadamente 100 kilocalorías.

 Cabe mencionar que si no hay suficiente agua, los riñones no pueden trabajar de manera correcta y parte de su carga se traspasa al hígado; una de las principales labores de este órgano es metabolizar la grasa acumulada y convertirla en energía útil para el organismo. El problema está en que si el hígado se carga en exceso no podrá trabajar y metabolizará menos cantidad de grasa, lo cual provocará la acumulación de la misma. Por tal motivo, aunque no sintamos deseos de beber agua, tenemos que beberla diariamente. Recuerda: La cantidad recomendada es un litro y medio o dos litros. ¿Quieres bajar esa “pancita” indeseada que “mágicamente” apareció durante los festejos de Navidad y fin de año? ¡Pues ya sabes que hacer!