Reflexión: Cantaré de tu amor

Robert D. Hales dijo: “¿Recuerdan la primera vez que supieron que Dios existía y pudieron sentir Su amor? Cuando yo era niño, solía mirar el cielo estrellado y meditar y sentir Su presencia… Al reconocer la belleza de esta Tierra, sabía que mi Padre Celestial me amaba. Sabía que yo literalmente era de progenie espiritual, que todos somos hijos e hijas de Dios”.

¿Qué haces cuando el final está muy cerca? Ayer vi un capítulo de una serie que se llama Touched by an Angel (el capítulo lo he visto en 3 ocasiones y en todas he terminado llorando). La serie narra las experiencias de tres ángeles (Mónica, Tess y Andrew) quienes a pesar de tomar una apariencia humana, han sido enviados por Dios para ayudar a personas quienes necesitan arreglar algunas cosas en su vida. En el capítulo que habla del encargo número 100 que le dan a Mónica, debe visitar a un niño llamado Petey, quien está enfermo con un padecimiento degenerativo que cada vez le va consumiendo más. Su madre, Audrey, quien escribe y canta en algunos comerciales pequeños, empezó a componer una canción cuando su hijo nació pero no la había concluido. Petey al escuchar a unas enfermeras decir que la siguiente vez que regresara al hospital no resistiría, le pide a su madre que le prometa que no morirá en un hospital, sino en casa.

A partir de allí, Petey hace una lista de cosas que quiere que pasen antes de morir, en las que incluye aprender a tocar piano, buscar a alguien quien cuide su mascota iguana, que en la entrada de su casa penda una bandera que recuerde a los demás que él estuvo allí y por último, que su madre termine la canción que tiene pendiente. Los tres ángeles empiezan a ayudarle a cumplir con cada una de las cosas, y una noche, luego de una crisis, le permitieron a Petey salir del hospital para ir a casa, y allí, su madre encontró la libreta donde había anotado las cosas que quería pasaran antes de su muerte. Esa noche, la madre, con la ayuda de Mónica toma la decisión de terminar la canción y el resultado es aquella fantástica canción de Avalon titulada “Testify to Love” que conocemos en español como “Cantaré de tu amor”. Mientras se canta, su mejor amiga, Celine, coloca en el asta que hay frente a casa de Petey, una bandera que hizo, que dice: “Petey vive aquí”, y a la par, Andrew conversa con él para indicarle que así como la canción, su vida ha terminado y muere en ese momento.

Hace cuatro años empecé una aventura al recibir la encomienda del Señor de trabajar con los jóvenes de la asociación donde laboro. Ha sido un periodo fantástico en el que he aprendido mucho de errores que cometí, pero en el que también he sentido el cariño de los jóvenes y niños a quienes tuve el honor de representar. Hubo días difíciles, de mucho trabajo, de angustias, desvelos e insomnio; pero también quedan historias para contar, de las cuales, muchas fueron gratas, de milagros que pude presenciar, de testimonios que pude escuchar, de compañeros y amigos quienes estuvieron a mi lado, de mi esposa quien incondicionalmente me apoyó y de vidas transformadas para la gloria del Señor. Al inicio de la reflexión preguntaba, ¿qué haces cuando el final está muy cerca y cuando debes entregar la responsabilidad? La respuesta me la dio Dios esta mañana cuando leí el capítulo del día: “Cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe y el eunuco no le vio más, y siguió gozoso su camino” (Hechos 8:39). Así como Petey escuchó la canción terminada, ha terminado un ciclo en mi vida, y lo mejor que puedo hacer, es como el eunuco, “seguir gozoso el camino” que Dios tenga trazado para mí. Un gusto haber trabajado con muchos de ustedes. Que Él les bendiga abundantemente y como dijera la canción de Avalon: “Mientras vivo yo esté, cantaré de su amor; mi vida entera quiero ofrecerla a Ti mi Creador; yo gracias te daré por lo que haces Tú por mí; mientras vivo yo esté, cantaré de tu amor”.

Busca primero el reino de Dios. Lo demás, es lo de menos.

 

El autor, Ptr. Raúl Hiram Gonzalez, es actual Departamental de Jóvenes de la Asociación del Sureste de Veracruz, México.