Dios creó el día sábado para ti, para que disfrutes de su compañía y de todo lo que él hizo.
Hablaremos con franqueza, algo no está funcionando bien al momento de guardar el sábado. En muchos casos no hay preparación, Y sí, hay un alivio ¡se acabó la semana! ¡Gracias a Dios! No obstante, queda la sensación de que algo no anda muy bien. ¿Te has preguntado por qué siempre el sábado a la hora del culto divino la iglesia está llena de gente y en la tarde asiste muy poca? Yo sé que hay muchas respuestas, ¿pero realmente qué hacemos el sábado en la tarde? ¿Lo estamos guardando, o contamos las horas para ir al partido de futbol, ver una película, asistir a un concierto musical en la noche?
Dios desea que el sábado sea el día más feliz, un tiempo de restauración. Al recargar “tus baterías” espirituales puedes trabajar con más energía y vigor toda la semana. (Mar. 2:27) Estos son ocho errores que podemos cometer al guardar el sábado.
1. Hacer del sábado un día saturado de juntas, eventos y actividades; que no tengas tiempo para orar y reflexionar en la Palabra de Dios.
Es cierto, es importante tener alguna participación en la iglesia, ¿Pero qué sucede cuando dicha actividad se vuelve tu estilo de vida? Es contradictorio que el día que podemos dedicar a la oración y a la reflexión de la Palabra de Dios estemos más ocupados para no hacerlo. A veces queremos hacer en sábado todo lo que no pudimos hacer en la semana ¡Que ironía!
2. Trabajar o estudiar hasta ciertas horas de la noche del viernes.
Hay una gran cantidad de jóvenes que lo están haciendo. El argumento es que tomar una hora o dos del viernes de noche para realizar sus actividades seculares no es de importancia, ya que en la mañana van a la iglesia. Sin embargo, desde la puesta de sol, cada segundo y cada minuto le pertenecen a Dios. (Éxodo 20:8-11), son su propiedad, es un tiempo sagrado.
3. Hacer del sábado un día aburrido: dormir, dormir y dormir.
Al no planear las actividades que podemos hacer en sábado, muchos optan por entregarse a los tiernos brazos de Morfeo. ¿Pero, esta es la mejor manera de aprovechar un día sagrado?
4. Pensar solo en nuestros negocios y problemas personales.
Esto ocurre cuando el sábado no es un día especial. Seguimos hablando de los deportes, la moda, mis amigos, la fiesta, el carro, etc. ¡No! No cometas el error de proceder de esta forma. Son las intenciones del corazón las que cuentan para Dios, no solo los hechos externos.
5. Contar los segundos para que termine el sábado y poder disfrutar de las diversiones de la noche.
Eso sucede cuando no hemos entendido lo que el sábado significa para el cristiano. Habría que tener la humildad de reconocer que necesitamos un estudio bíblico para entender lo sagrado del sábado y pedirle a Dios que nos dé un nuevo corazón convertido.
6. Hacer del sábado un día para distanciarnos más como familia.
En la mañana el papá asiste al primer culto, la mamá va a un seminario, el hijo asiste al culto juvenil. En la tarde el padre hace obra misionera, los hijos en la casa, la mamá forma parte de un programa especial para las mujeres. No es que esté mal lo que ellos hacen, ¿pero en qué momento estamos reunidos como una familia para adorar a Dios en sábado?
7. No “desconectarnos” de la tecnología para dedicar más tiempo a la adoración y comunicación con Dios.
Seamos honestos, quizá el momento que más pasamos en la computadora, en el celular o alguna tableta es el sábado. Es triste ver a muchas personas chatear todo el día, aun en la misma iglesia, en pleno culto de adoración. ¿Es el deseo de Dios que pasemos las horas sagradas en estos aparatos? ¿No podrías dejarlos por un momento para dedicar nuestra mente y corazón a la Palabra de Dios?
8. Hacer del sábado un día de pasarela.
¿Cuál es la razón por la que vas a la iglesia? ¿Solo a lucir el mejor vestido, traje o auto nuevo? Sin duda debemos ir bien vestidos al templo para adorar a Dios. ¿Pero qué sucede cuando pasamos horas y horas en nuestro arreglo personal y nos olvidamos que el mejor vestido que el cristiano puede llevar a la iglesia es un espíritu contrito y humillado?
Analiza
Hace tiempo un pastor tuvo una entrevista con el rector de una prestigiosa universidad, la razón era muy simple: solicitar a la universidad un permiso especial para que un grupo de jóvenes hiciera el examen de cierta materia un día que no fuera el sábado. El pastor explicó que esos jóvenes pertenecían a la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
¡Oh, yo los conozco, sin embargo, me extraña que usted abogue por ellos pastor, porque los que han asistido a esta universidad siempre vienen los sábados en la mañana o en la tarde a realizar sus exámenes. ¡Nunca solicitaron un permiso especial!
¡es triste escuchar este tipo de experiencias! Nunca te avergüences de lo que eres y lo que crees. El verdadero seguidor de Cristo sigue a su maestro sin importar las consecuencias que pagar.
El autor, actualmente es el Director Editorial de la Revista Expresión Joven de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.