¿Alguna vez has pensado que el éxito está más cerca de ti de lo que te imaginas? ¿Es posible alcanzarlo? Muchas personas jóvenes creen que el éxito está reservado para cualquiera, menos para ellas.
Consideran que los triunfos y las conquistas están fuera de su alcance. Levantar un trofeo, recibir una medalla o un reconocimiento no forma parte de sus expectativas. ¡y eso es terrible!
Solamente algunas personas logran superar esas ideas. Pero quiero decirte algo: ¡El éxito también es para ti! ¡Lo importante es que aproveches tus oportunidades! ¡Dios quiere que tengas éxito! El Señor te creó para que disfrutes la vida que te ha dado. Ha preparado todo para que obtengas la victoria. Solo es cosa de seguir bien sus instrucciones.
EL CASO DEL SUCESOR
Resulta que Josué había quedado al frente del pueblo de Israel. Durante algún tiempo aprendió lecciones de liderazgo junto a moisés, pero una vez que falleció, llegó el momento para poner en práctica lo aprendido. ¿Pero qué hacer? ¿Cómo dirigir a un pueblo quejumbroso, tozudo, indisciplinado y desobediente? Ahí estaba el reto.
Entonces, Dios le dio las instrucciones para tener éxito: “Durante todos los días de tu vida, nadie será capaz de enfrentarte a ti. Así como estuve con Moisés, también estaré contigo; no te dejaré ni te abandonaré. Sé fuerte y valiente, porque tú harás que este pueblo herede la tierra que les prometí a sus antepasados. Solo te pido que tengas mucho valor y firmeza para obedecer toda la ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella para nada; solo así tendrás éxito dondequiera que vayas. Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que en él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito. Ya te lo he ordenado: ¡Sé fuerte y valiente! ¡No tengas miedo ni te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas” (Jos. 1:5-9).
De estas brillantes palabras divinas se desprenden siete secretos para tener éxito en la vida.
TENER IDEALES Y SUEÑOS
¿Qué podía hacer Dios para motivar a Josué en su difícil labor? ¡Emocionarlo! ¡Despertarle sueños e ilusiones! Josué comenzó a soñar con su nueva vida en la tierra prometida y cómo organizaría al pueblo. ¡No te puedes dar el lujo de no soñar! ¡Ahora es u momento de tener ideales altos!
Una carrera universitaria, un negocio propio, una empresa familiar, un matrimonio felíz, una casa propia. ¡No importa que la gente te diga que es imposible! ¡No dejes de soñar! Toda persona debe tener ilusiones sin importar su edad. De otra manera, ¿para qué vivir?
CONOCER LAS PROMESAS DE DIOS
Dios prometió a Abraham que tendría una tierra muy productiva. Josué conocía las promesas divinas, por eso soportó todo tipo de adversidades. Las promesas del Señor se convirtieron en el fundamento de su fe. Una de las razones por las que muchos cristianos y cristianas cobardes, inseguros y gallinas es que no conocen las sólidas promesas que el cielo tiene.
¿Conoces las promesas de Dios? El Señor tiene muchas promesas para sus hijos. Una de mis favoritas está en Salmos 37:4 “Deleitate en el Señor, y él te concederá los anhelos de tu corazón”. Aprende a disfrutar tu relación con Dios, ¡y el cumplirá tus sueños!
ESFUERZO
“Se fuerte y valiente”, repitió Dios varias veces a Josué. La tarea no sería fácil. El siervo de Dios debía concentrar todas sus energías en su responsabilidad.
Esforzarse es “obligarse alguien a sí mismo a hacer algo para lo que se necesita mucha fuerza física o aplicar intensamente la inteligencia, la voluntad o cualquier facultad espiritual”. Dios no puede hacer eso por ti. Esforzarnos es dar lo mejor. No importa que hasta ahora no hayas triunfado, lo fundamental es que aprendas a dar lo mejor de ti en tus tareas, oficios, encargos y compromisos. Dios nunca te abandonará, lo importante es que no olvides una ecuación que no falla. Poder divino * esfuerzo humano = éxito.
VALOR
Josué iba a necesitar mucho valor porque enfrentaría a los ejércitos más poderosos de la región. Además, le tocaría el desafío de vencer a los peores enemigos del pueblo de Israel: el miedo y desánimo.
Las grandes proezas de la vida requieren un gran valor. Cristóbal Colón estuvo dispuesto a lanzarse a lo desconocido en busca del éxito. ¿Te imaginas mantener vivo el ánimo de una tripulación desesperada porque no encontraba tierra firme? Nadie se había atrevido a lanzarse al Oriente en busca de una nueva ruta en la historia.
¡No tengas miedo de estudiar, emprender un proyecto o lanzarte a una nueva aventura laboral! ¡Sé valiente! Si quieres tener éxito en la vida necesitarás mucho valor. La mediocridad es para los cobardes, para los que nunca intentan nada por temor al fracaso. En cambio, los valientes están dispuestos a fracasar las veces que sean necesarias hasta alcanzar sus objetivos.
OBEDECER LA PALABRA DE DIOS
Dios pidió a Josué que obedeciera su Palabra si quería tener éxito: “Solo te pido que tengas mucho valor y firmeza para obedecer toda la ley que mi siervo Moisés te mandó. No te apartes de ella para nada; solo así tendrás éxito dondequiera que vayas” Josue1:7. El éxito en esta vida y la venidera depende de nuestra lealtad a Dios. No te dejes engañar y pienses que muchos incrédulos tienen un éxito aparente sin seguir este principio; tarde o temprano recibirán su recompensa. Obedece la Palabra de Dios, la prosperidad llegará: es una promesa del cielo.
CONOCER LAS ESCRITURAS
Dios recordó a Josué que debía conocer la Biblia si deseaba tener éxito: “Recita siempre el libro de la ley y medita en él de día y de noche; cumple con cuidado todo lo que él está escrito. Así prosperarás y tendrás éxito” (Jos1:8). Mi vida estudiantil se puede dividir en dos épocas: antes de la Biblia y después de la Biblia. Mi educación primaria y la secundaria fueron una calamidad. Todavía no me explico cómo pasé varia materias. Sin embargo, a los quince años empecé a leer la Biblia de tapa a tapa. Mi vida comenzó a cambiar y nació una pasión por la investigación que todavía vive dentro de mí. Mis calificaciones mejoraron notablemente y mis metas académicas se dispararon a niveles que nunca me había imaginado.
La palabra de Dios transforma nuestras vidas y nos brinda orientación (Sal. 119:105). Léela y comprueba en tu vida las promesas divinas.
TENER LA SEGURIDAD QUE DIOS ESTÁ A NUESTRO LADO.
“¡Se fuete y valiente! ¡No te desanimes! Porque el Señor tu Dios te acompañará dondequiera que vayas” (Jos 1:9) No hay algo mejor que saber que Dios está a nuestro lado (Ro 8:32). Hagas lo que hagas en la vida, cerciórate de que Dios está contigo. No intentes nada si él no te acompaña. Junto a él tu victoria está asegurada. Esa debe ser tu principal conquista.