El llamado a servir
Ministerio y servicio son las palabras que caracterizan el liderazgo en las Escrituras. Aquel que no está dispuesto a servir no está listo para el liderazgo.
Jesús dio el modelo cuando dijo: “Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por una multitud” (Mar. 10:45). A menudo el liderazgo, incluso el liderazgo cristiano, se modela de acuerdo a patrones políticos o empresariales que destacan el componente organizacional del liderazgo.
Pero si analizas el patrón bíblico, observarás una perspectiva totalmente diferente. Te darás cuenta de que los líderes son pastores que guían y sirven al rebaño, que cuidan y contribuyen al desarrollo de aquellos que lo rodean. Los líderes toman la toalla del siervo. (Juan 13:1-17) e imitan la vida y el liderazgo de Cristo. A continuación presentaremos algunas características del liderazgo según como lo definen y se practican en las Escrituras.
Los líderes se pastorean a otros.
Algunos lideres tienen el don espiritual del liderazgo, otros tienen el don de la enseñanza, otros el don de la misericordia o del discernimiento. Independientemente de los dones que tengamos, todos los líderes de los grupos pequeños sirven como pastores. Jesús se refirió a sí mismo como el buen pastor, alguien que se preocupa por la salud del rebaño.
Cristo definió su ministerio de esta manera: “Yo soy el buen pastor (…) conozco a mis ovejas, y ellas me conocen a mí” (Juan 10:14). Él estuvo dispuesto a entregar su vida por amor a la causa, por a mor a la comunidad.
Los líderes trabajan juntos
Jesús envió a sus seguidores a las comunidades para que desarrollaran su capacidad de líderes. “Eligió de entre ellos a doce para que lo acompañaran y para mandarlos a anunciar el mensaje. A estos les dio el nombre de apóstoles y les dio autoridad para expulsar a los demonios” (Mar. 3:14.)
Cuando llegó el momento de que participaran en el ministerio, los envió en grupos (a los doce, según mateo 10) y en parejas (Lucas 10:1). Cuando había alguna necesidad en la comunidad naciente, se designaban grupos y equipos para proveer un liderazgo de servicio basado en los dones.
Al observar el desarrollo de la iglesia, notamos que la estructura de liderazgo siempre incluyó una pluralidad de líderes. Pablo designó ancianos para que guiaran a la iglesia cada vez que esta establecería en alguna ciudad y, con frecuencia, él mismo trabajó con al menos uno o más compañeros a lo largo de su ministerio, e incluyó hombres y mujeres en su círculo de liderazgo.
Los líderes de grupos pequeños imitan dicho liderazgo al trabajar con uno o más aprendices para servir juntos en la comunidad. De esta manera no dirigimos solos, y evitamos la tentación de convertirnos en la única persona que funja como líder.
Los líderes son efectivos
Nunca se gana el derecho a liderar por completo a aquellos a quienes no amamos. Las relaciones afectivas y solidarias forman la base de toda comunidad viviente. Los líderes muestran el camino, siguiendo el ejemplo de Cristo. (Juan 13:1) el amor a Dios, a la iglesia, al grupo y a los perdidos son marcas que distinguen a los líderes en crecimiento. La gente está más dispuesta a recibir la verdad (incluyendo la corrección y la reprensión) cuando se muestra un verdadero interés por ellos.
Hemos de esforzarnos por entender los diferentes lenguajes del amor dentro de los grupos. Gary Chapman menciona los cinco aspectos siguientes en el libro Los cincos lenguajes del amor:
· Palabras de afirmación
· Contacto apropiado
· Actos de servicio
· Pasar tiempo juntos
· Hacer regalos
Debemos conocer a las personas de nuestro grupo y expresar genuinamente nuestro amor sincero por ellos. En la mayoría de los casos respetarán nuestro liderazgo con gran entusiasmo.
Objetivos clave para siervos líderes
Pastorear imitando el amor o el espíritu de sacrificio de Cristo.
Compartir el liderazgo y delegar autoridad
Amarlos y guiarlos.