¿Tienes un teléfono inteligente? Si tu respuesta es positiva, lo más seguro es que conoces la aplicación de mensajería instantánea Whatsapp y la función que desarrolló para saber si la persona con quien platicas ha visto tu mensaje.
Así es, ¡las famosas palomitas azules! Cuando aparecen, nos indican si el mensaje que enviaste ya fue visto por su destinatario.
Es un fenómenos social muy interesante, ya que por naturaleza a nadie le gusta ser ignorado y esta función te muestra quien lo ha hecho. En la actualidad y con el mundo globalizado, es casi un requisito estar registrado en alguna red social. En el año 2015, Whatsapp llegó a los 600 millones de usuarios a nivel mundial, aproximadamente un 20% de la población mundial.
Los seres humanos nos decepcionamos cuando una persona nos ignora o simplemente no quiere saber de nosotros, muchas veces le damos gran importancia a eso, hasta tal punto de caer en depresión. Realmente nos falta organizar nuestras prioridades, incluso en algo tan fundamental como es la comunicación. Ponemos en primer lugar a las personas incorrectas que sabemos, en alguna ocasión, podrían herirnos, mientras ignoramos al Señor; no queremos relacionarnos con el Creador del universo que nunca nos ignorará.
La Biblia es muy clara cuando nos pide acercarnos al Señor: “Nada debe angustiarlos; al contrario, en cualquier situación, presenten a Dios sus deseos, acompañando en sus oraciones y súplicas con un corazón agradecido”. (Filipenses 4:6).
Deebes saber que la oración es el medio de comunicación más aosmbroso que existe, puedes hablar con el todopoderoso a cualquiero hora del día y en cualquier lugar. La Biblia afirma que “el nos atenderá” (1 Juan 5:14).
¿Te sientes ignoradopor las personas? Clama a Dios, ya que siempre estará para ti, toma el tiempo para escucharlo, separa un momento cada día y platica con él; no olvides ser constante y hacer un hábito la conversación con el rey del universo.
Imagina que un joven sale de su casa al jardín para platicarle a Dios sus problemas, pero solamente cuando está en dificultades y además lo pide de mala gana, y exige respuestas inmediatas; de repente, el joven mira al cielo y observa que las nubes forman dos palomas azules gigantes. El joven confundido empieza a gritarle a Dios y pedirle que le hable, pero la respuesta es la misma. El joven despierta de su cama, ya que todo fue un sueño, dobla sus rodillas con serenidad y le pide perdón a Dios por su comportamiento, por dar mayor importancia a las personas que a él, por exigir una respuesta y no ser paciente.
Dios jamás nos dejará en “visto” (palomitas azules) pero en muchas ocasiones nos comportamos como ese joven, nos enojamos porque creemos que Dios nos ignora, cuando en realidad somos nosotros los queno prestamos atención.
Dios siempre ha estado y estará presente para nosotros, necesitamos pedir su dirección y estar permanentemente atentos a su respuesta.
Autor: Sadyel Martínez Gándara