Amar no es sinónimo de sufrir, sin embargo son muchas las personas que siguen patrones de comportamiento repetitivos y que tienen tendencia a involucrarse en relaciones afectivas dependientes y enfermizas, convirtiendo su vida y la de su pareja en un infierno aquí en la tierra.
En este tipo de relaciones, el amor se convierte en “una droga” capaz de crear una adicción y una dependencia fuera de control, que cambia totalmente el propósito real de una relación amorosa. Aunque creo firmemente que no existe el amor que mata, lastimosamente he sido testigo de relaciones que si lo hacen. Los tan bien llamados “Amores tóxicos” se caracterizan por convertir una decisión de amar, en una prisión donde su pareja esta obligada a quedarse.
Así que … ¿Como puedo saber si estoy involucrado en una relación tóxica? A continuación veremos algunos tipos de “amores” peligrosos que te ayudaran a identificar si tu relación paso de ser sana para convertirse en enfermiza.
“Amor” manipulador
La palabra manipular, significa “trabajar con las manos” siendo sinónimo de “manejar” o “dirigir”. También se usa el termino manipular, cuando existe mezcla una de verdad y una mezcla de mentira, con el objetivo de desviar la situación hacia los intereses del manipulador. Si notas que muchas situaciones de pareja te producen culpa sin haber hecho nada malo, es posible que estés siendo objeto de manipulación. El diálogo en estas parejas suele estar repleto de dos actos de desamor: la ironía y el sarcasmo. Con el pasar del tiempo este tipo de relación se torna cada vez más dolorosas, afectando el autoestima de los implicados.
“Amor” posesivo
Las personas posesivas viven la relación transformando al otro en el objeto de su dominio. Ellas visualizan a la otra persona como su propiedad, no como su pareja, por ende creen que en el momento en que se acepto la relación, también se les otorgó el derecho de controlar horarios, salidas, amistades, ropa, celular, etc. Los controladores olvidan que cada uno es dueño de su vida y las víctimas de este tipo de relación suelen pensar que las acciones de su pareja son únicamente por su propio bien, justificando así su comportamiento destructivo.
“Amor” celoso
Aunque los celos aparecen en casi todas las relaciones al menos una vez, no significa que sea una actitud sana. Los celos obsesivos son producto de una profunda inseguridad y son sin duda alguna son una insana manera de “amar”. La persona celosa se vuelve paranoica y desconfía de todo debido a que su propia incertidumbre y baja autoestima. Los celos distorsionan la realidad. Tanto sentir celos extremos como permitir que otro cele de manera asfixiante, habla de la falta de amor propio que solo trata de aliviarse con la atención desmesurada de su pareja.
“Amor” inconstante
Ese caracteriza por comportarse como un péndulo que pasa de rápidamente de mucho interés a una indiferencia total. Las personas que generan esta clase de amor tóxico están presas de una ciclotimia: (Estado mental caracterizado por variaciones de humor) de estar pendiente de la otra persona, pasan a ni siquiera notar su presencia. Este distanciamiento muchas veces es realizado de manera consciente con el fin de obtener la atención del otro. Esta actitud coloca a la otra persona en una situación de extrema asfixia cuando la persigue y le produce un gran sentido de desolación e inferioridad cuando se es indiferente a sus necesidades.
“Amor” demandante
Es un sentimiento altamente exigente que demanda la completa atención de su pareja. Funciona más como una obligación que como una relación. El demandante cree el otro debe cumplir con sus metas y expectativas tal como si fuera un trabajo. Celoso y posesivo, vive pretendiendo convertirse en el centro de la vida del otro. Debido a que sus altas exigencias nunca serán cumplidas su pareja vive con un sentimiento de inferioridad pensando que el problema esta en él.
Mucha veces nos llenamos de argumentos y excusas para no terminar una relación aún sabiendo que es destructiva. Pensamos que esa persona un día va a cambiar, que las cosas van a estar mejor o que va a ocurrir “un milagro” pero … Lo más probable es que el milagro sea ese. La Biblia dice que sus pensamientos son mas altos que los nuestros y sus caminos diferentes a nuestros caminos. Apartarnos de esa persona a la que tanto nos aferramos puede ser uno de los regalos más grandes que Dios nos pueda dar. No solo por querer librarnos de un dolor que aumentara con el pasar de los años, sino para estar más cerca de Él. Y justo ahí, al encontrarnos en el centro de su perfecta voluntad, coincidiremos con alguien que también lo estuvo y que espero con paciencia por nosotros.
Entrégale a Dios tu amor y él te dará lo que más deseas.