Ser maestro no es fácil, seguramente lo sabías antes de llegar a dar clases, pero hay algunas cosas sobre ser docente que no enseñan en la escuela, aunque alguien debería decirlas antes de llegar al salón de clases. ¿Te pasó?
La moda y las clases no se llevan
En este trabajo, antes de decidir qué usarás para el día a día, necesitas saber que tu ropa debe ser más cómoda que espléndida. Si eres maestra debes saber que tu colección de zapatos de tacón no son una buena idea para ir a dar clases, definitivamente es mejor calzado cómodo.
Para ser el mejor maestro debes cuidarte primero
Ser maestro es un trabajo en el que se puede ayudar a muchas personas, lo cual lo hace demandante y muy estresante, por eso, para poder llevar a cabo tu labor de la mejor manera, necesitarás cuidarte primero, dormir bien y alimentarte sanamente.
Los alumnos se roban tu corazón
Aunque hay días muy pesados y momentos realmente estresantes, tus alumnos siempre se roban tu corazón y a veces eso no es sencillo. Sus historias personales o simplemente su forma de ser puede enternecer hasta el maestro más duro, ellos siempre tocan las emociones de los maestros, algo que puede llegar a ser agotador. Vale la pena, pero dejarlos ir a fin de curso puede ser muy difícil.
No importan los años de experiencia, se vale pedir consejos y ayuda
Conforme pasan los años, tus habilidades y tus conocimientos crecen, se fortalecen y te convierten en un gran maestro, pero nunca falta el alumno desafiante o la situación complicada donde necesitas escuchar el consejo de alguien más y eso está bien, escuchar a otros siempre ayuda.
Nunca falta quien quiera enseñarte a ser maestro… sin ser maestro
Aunque es bueno buscar consejo y ayuda, nunca faltan las personas que quieren darte consejos para dar clases y hasta regañarte sin ser maestros. Incluso tus amigos te llegan a sorprender, por alguna razón todos se sienten expertos.
Los papás son la parte más difícil del trabajo
Los alumnos son muy inteligentes y tu labor es asombrosa, pero los papás complican todo el asunto. Puedes verlos a través de sus hijos, porque cómo funciona su hogar se nota en tu salón de clases y a veces hablar con los padres es mucho más difícil que hablar con los alumnos.
Algunos alumnos pueden no caerte bien
Son personas y tú eres humana, ser profe no significa que todos tus alumnos tengan que caerte bien, personalidades hay muchas, sencillamente puede pasar que la tuya y la de tu alumno no sean compatibles. Puede ocurrir y no está mal, mientras tu trabajo siga su curso normal y no trates diferente a ningún alumno, puedes aceptar que alguno de ellos y tú no se caigan bien.
Estas son solo algunas de las cosas que estaría bien escuchar antes de iniciar la vida de profesor. ¿Qué te hubiera gustado saber antes de dar tu primera clase?