Aunque no sabemos exactamente en qué día nació Jesús, debemos honrar este sagrado acontecimiento.
No quiera Dios que haya alguien tan estrecho de mente que pase por alto este acontecimiento porque no tiene seguridad en cuanto a la fecha exacta." [May the Lord forbid that any one should be so narrow minded as to overlook the event because there is an uncertainty in regard to the exact time.] (Review and Herald, del 17 de diciembre de 1889). Cada Día Con Dios, p. 361.
Usar el árbol de Navidad no es pecado:
"Agradaría mucho a Dios que cada iglesia tuviese un árbol de Navidad del cual colgasen ofrendas, grandes y pequeñas, para esas casas de culto.* Nos han llegado cartas en las cuales se preguntaba: ¿Tendremos un árbol de Navidad? ¿No seremos en tal caso como el mundo? Contestamos: Podéis obrar como lo hace el mundo, si estáis dispuestos a ello, o actuar en forma tan diferente como sea posible de la seguida por el mundo. El elegir un árbol fragante y colocarlo en nuestras iglesias no entraña pecado, sino que éste estriba en el motivo que hace obrar y en el uso que se dé a los regalos puestos en el árbol." Hogar Cristiano, p. 438
"No adopten los padres la conclusión de que un árbol de Navidad puesto en la iglesia para el entretenimiento de los alumnos de la escuela sabática es un pecado, porque es posible hacer de él una gran bendición." {RH, December 9, 1884 par. 8} Hogar Cristiano, p. 438-439.
"Permite que tu árbol de navidad esté dedicado a Dios, y permite que sus ramas estén cargadas con ofrendas para Cristo." Sign of the Time, December 8, 1887 par. 16}
Regalos no pecado:
"Los pequeños regalos para los niños pueden no estar fuera de lugar, pero el pueblo del Señor no debiera gastar su dinero en comprar regalos costosos." (Manuscrito 116, del 19 de diciembre de 1905, "Una consagración Total"). Alza Tus Ojos, p. 366.
"Se acerca la época de las fiestas con su intercambio de regalos, y tanto los jóvenes como los adultos consideran atentamente que pueden dar a sus amigos en señal de afectuoso recuerdo. Por insignificantes que sean los regalos, es agradable recibirlos de aquellos a quienes amamos. Constituyen una demostración de que no nos han olvidado, y parecen estrechar un poco más los lazos que nos unen con ellos. . . . Está bien que nos otorguemos unos a otros pruebas de cariño y aprecio con tal que no olvidemos a Dios, nuestro mejor Amigo. Debemos hacer regalos que sean de verdadero beneficio para quienes los reciban. Yo recomendaría libros que ayuden a comprender la Palabra de Dios o que acrecienten nuestro amor por sus preceptos. Proveamos algo que leer para las largas veladas del invierno." Hogar Cristiano, p. 435-436.
"El mundo dedica las fiestas a la frivolidad, el despilfarro, la glotonería y la ostentación. . . . En ocasión de las próximas fiestas de Navidad y Año Nuevo se desperdiciarán miles de dólares en placeres inútiles; pero es privilegio nuestro apartarnos de las costumbres y prácticas de esta época de degeneración; y en vez de gastar recursos simplemente para satisfacer el apetito y comprar inútiles adornos o prendas de vestir, podemos hacer de las próximas fiestas una ocasión de honrar y glorificar a Dios." Hogar Cristiano, p. 437.
"Les ruego, mis hermanos y hermanas, que hagan de esta Navidad una bendición para ustedes y para los demás. El nacimiento de Jesús. . . fue celebrado por las huestes celestes... aparecieron a los humildes pastores que en la noche cuidaban los rebaños en los campos de Belén... Un ángel del Señor vino y les dijo: "No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es CRISTO el Señor" (S Lucas 2: 10, 1 ." Review and Herald, 9 de diciembre de 1884. Reflejemos a Jesús, p. 366.
"Viene la Navidad. Puedan todos ustedes tener sabiduría para hacerla una estación preciosa. Permitan los miembros de iglesias más viejos unirse, con el corazón y el alma, con sus hijos en esta inocente recreación y entretenimiento." RH, December 9, 1884 par. 9.
"Anoche se celebró la Navidad en el tabernáculo [de Battle Creek], y todo salió bien, con modestia, solemnidad y gratitud manifestada en todo lo que se hizo y se dijo, porque Jesús, el Príncipe de la vida, vino a este mundo como el bebé de Belén para ofrecerse por nuestros pecados." Cada Día Con Dios, p. 369.
"El cielo entero se conmovió en ocasión del nacimiento del Salvador. El canto triunfante que los pastores oyeron fue sólo un eco de la alabanza resonante en torno del trono en la altura." {RH, December 17, 1889 par. 5}
"En vista de que el 25 de diciembre se observa para conmemorar el nacimiento de Cristo, y en vista de que por el precepto y por el ejemplo se ha enseñado a los niños que es en verdad un día de alegría y regocijo, os resultará difícil pasar por alto esa fecha sin dedicarle cierta atención. Es posible valerse de ella con un buen propósito." El Hogar Adventista, p.434-439.
A continuación el artículo de la Sra. White que apareció en la Review and Herald el 17 de Diciembre de 1889.
"Hace mucho tiempo que se celebra el 25 de diciembre para conmemorar el día del nacimiento de Jesús y. . . no es mi propósito afirmar si es apropiado o no celebrar ese acontecimiento en ese día, sino meditar en la niñez y la vida de nuestro Salvador. Quiero llamar la atención de los niños a la humildad del Redentor al venir al mundo.
Todo el cielo estaba interesado en el gran acontecimiento del advenimiento de Cristo a la tierra. Mensajeros celestiales vinieron para dar a conocer el nacimiento del tantas veces prometido y tan esperado Salvador a los humildes pastores que cuidaban sus rebaños de noche en las planicies de Belén. La primera manifestación que atrajo la atención de los pastores cuando el Salvador nació fue una luz radiante que irrumpió en medio de las estrellas, y que los llenó de admiración. . .
Los atónitos pastores apenas podían comprender el precioso mensaje que les habían traído los ángeles, y cuando desapareció esa luz esplendente, se dijeron los unos a los otros: "Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Y al verlo, dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño" (Luc. 2: 15-17). . .
¡Qué amor incomparable manifestó Jesús por un mundo caído! Si los ángeles cantaron porque el Salvador nació en Belén, ¿no se harán eco nuestros corazones del alegre refrán que dice: "Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres”? (Luc. 2: 14). Aunque no sabemos exactamente en qué día nació Jesús, debemos honrar este sagrado acontecimiento. No quiera Dios que haya alguien tan estrecho de mente que pase por alto este acontecimiento porque no tiene seguridad en cuanto a la fecha exacta. Hagamos todo lo posible para que las mentes de los niños se concentren en esas cosas que son tan preciosas para todos los que aman a Jesús. Enseñémosles que vino a este mundo para traer esperanza, consuelo, paz y felicidad para todos. Los corazones de todos respondan con gozo inefable al don infinito del Hijo de Dios (Review and Herald, del 17 de diciembre de 1889). Cada DIA con Dios., p. 361.