En estos tiempos, el Club de Conquistadores está cobrando mayor importancia en nuestra sociedad. Más allá de ser un grupo de adolescentes que se unen para hacer actividades de aventura, ellos son impulsados a la práctica de valores morales y la comunión con Dios.
El pastor Andrés Peralta es de República Dominicana y actual líder del Club de Conquistadores para el mundo. En su primera visita a Sudamérica, llegó al V Camporí Sudamericano de Conquistadores que se desarrolla en Brasil y contó cómo funciona este ministerio a nivel mundial.
Pastor, ¿Cuál es la importancia del Club Conquistadores?
Muy importante. Ellos aprenden a trabajar en equipo, a no ser solitarios sino solidarios; a despertar el hábito de la lectura, el respeto a sus padres y a sus autoridades, a cómo cuidar la naturaleza y cómo funciona la astronomía, también el arte de acampar y supervivencia; pero lo más importante es que ellos aprenden a desarrollar una comunión horizontal con su prójimo y vertical con Dios. Son enseñanzas que solo les da el Club de Conquistadores y todo eso es muy útil para su vida adulta.
¿Cómo influye el Club de Conquistadores en el conquistador mismo?
Influye bastante. El Club de Conquistadores le impulsa a tener una vida consagrada a Dios, a ser responsable, a cuidar su cuerpo camiendo saludable y evitando sustancias tóxicas, a ser sincero con las personas, a ser cortés, obediente a ser siempre alegres y a transmitir alegría a otras personas. Son principios que ellos aprenden para su vida personal.
¿Y usted también fue conquistador?
No tuve el privilegio de ser un conquistador, pero veo que la misericordia de Dios es más grande que la capacidad humana y eso me hace ser humilde, a mantenerme con mis pies sobre la tierra. A pesar que no fui conquistador, me dio el cargo de Director mundial de Conquistadores y eso me mantiene siempre enfocado, porque Dios se quiere glorificar con alguien que no tenga la capacidad, pero que tenga disposición de servir.
Mi primer encuentro con la Iglesia adventista fue con el Club de Conquistadores, Cuando me bauticé a los 16 años ellos me dijeron: “Tú perteneces al Club” (risas), yo no sabía de qué me hablaban, pero me involucraron en sus actividades y todo fue una bendición. Puedo decir que era club con visión que no perdió tiempo.
Ahora hago un llamado a la Iglesia, que no inviertan mucho en cosas, sino en personas. Eso significa en los jóvenes, los aventureros y el Club de Conquistadores.
Usted lo acaba de mencionar, es líder mundial, ¿Cuál es el panorama del Club de Conquistadores en el mundo?
Según el Fondo de Población de las Naciones Unidas, en todo el mundo hay aproximadamente 1 800 millones de jóvenes entre 18 y 24 años, que constituye casi la mayoría de la población. Por lo tanto, el mundo es joven y el Club de Conquistadores es un lugar donde se puede alcanzar a todo el mundo.
Estoy un año en el cargo, pero de las trece divisiones, hemos visitado doce. En todo lugar que he ido, hay una energía maravillosa, pero Sudamérica es única y aqui hay mucho creciendo. Hay fuego, mucha pasión y es como una cultura, es divertido pertencer a un club.
En todo el mundo, el ministerio de los Conquistadores está creciendo. África tiene 800 000 conquistadores y le sigue Sudamérica con 300 000 miembros.
Cuéntenos, ¿Cuántos clubes de Conquistadores hay a nivel mundial?
Tenemos alrededor de 50 mil clubes en más de 170 países. Es impresionante que aún en países musulmanes, países que son difíciles de entrar, hay Club de Conquistadores. Para que esos clubes hayan sido aceptados, hemos dado nuestras recomendaciones y nuestra filosofía de servicio a la comunidad, no en contra de ellos, sino como un ministerio de ayuda para ellos.
Es poco común imaginar encontrar conquistadores en países musulmanes, ¿En qué otros países es difícil establecer un Club de Conquistadores?
En mi experiencia, en la División Euro – Asiática (sede administrativa de la Iglesia adventista) que compone Rusia, Ucrania, Kazajistán, Kirguistán. Por ejemplo, en Ucrania, el Ministerio de Conquistador tiene 20 años, así que es bien joven. Podemos decir que en esa División es difícil. Por ejemplo, en Kirguistán es un lugar donde hay pocos adventistas y hay pocos clubes.
Ellos tienen muchos ánimos y buscando las formas para crecer. En un campori de División, la última vez, reunieron solo 100 conquistadores.
¿Qué significa un campori como el que está sucediendo, en Brasil, para el mundo?
Significa que Sudamérica está creciendo y lo que se está trabajando está dando frutos. Algo que no tenga un propósito, que no tenga una dirección, no crece, pero lo que crece es lo que es bendecido. Lo que Dios bendice se multiplica. Así que yo diría que Sudamérica está bendecido y puede bendecir al mundo.
Significa que sí se puede si se tiene la visión correcta. Si Sudamérica pudo crecer, otros lugares en el mundo también lo pueden. Esto es un ejemplo y aporta esperanza para aquellos que creen no poder crecer.
¿Cuál es la influencia de los conquistadores sudamericanos para el mundo?
Es una pregunta bien difícil, pero creo que tiene que ver mucho con el liderazgo, la visión y la intensionalidad.
No todas las Divisiones (sedes administrativas en el interior del mundo) tienen su líder de Conquistadores. Yo recomendaría que cada División tenga un líder de Conquistadores, eso le da prioridad, más énfasis, más intencionalidad. Veo que el liderazgo, bajo la responsabilidad del pastor Udolcy en coordinación con el presidente y la administración, influye mucho para las sedes nacionales, regionales y locales.
¿Cuáles son los esfuerzos que hace la Iglesia adventista mundial por el Club de Conquistador?
Tener la visión correcta acerca de los clubes, darle apoyo a los líderes de las Divisiones. Siempre tratamos de estar en las reuniones con sus líderes para aportar con ideas o con lo que se requiera, no necesariamente para predicar en sus eventos. Estamos a disposición de lo que ellos necesiten.
Nosotros revisamos y hacemos los materiales, manuales, currículos para el Club de Conquistadores a nivel mundial. Además escribimos libros de recursos y tratamos de mantener un trabajo en equipo en todo el mundo.
¿Cuál es la visión de aquí en adelante como director mundial de Conquistadores?
La visión es que los muchachos se consagren a Dios, amen a su iglesia y amen a su comunidad. En esas tres dimensiones. Eso es lo que estamos forjando y queremos que ellos verdaderamente aprendan a ser excelentes ciudadanos, que la gente reconozca que el Club de Conquistadores les aporta principios correctos y que, a la vez, sean un ejemplo a la comunidad para que conozca más de Dios.
Por último, ¿Cuál es su mensaje para los conquistadores sudamericanos?
Manténgase conectados con Dios, con la iglesia y la comunidad.
Muchas gracias por esta entrevista, pastor Peralta.
Espero que la información sea útil para todos los lectores y conquistadores.
De seguro que sí.