María tenía quince años cuando vió a un muchacho y de inmediato se sintió atraída hacía él. Era un sentimiento extraño para ella porque hasta entonces le habían interesado más los libros que los muchachos.
“El traía puesto un suéter rojo muy bonito y lo noté enseguida”, recuerda ella. Unos amigos la animaron a mandarle una notita que decía: “Nos vemos afuera después de la reunión”. Era un acto atrevido para una adolescente tímida y cautelosa. Él aceptó su invitación y pronto de pusieron a platicar. Preguntó si podía visitarla pero ella explicó que sus padres no le permitían tener novio antes de cumplir dieciséis. Se mantuvieron en contacto por correo hasta que María tuvo edad suficiente. Aunque Gonzalo ahora está retirado y ha estado casado con María durante casi cinco décadas, recuerda la primera vez que habló con su futura esposa. “El amor y la emoción que sentí al conocerla fueron inexplicables, como estar en las nubes. Me emociono ahora al recordarlo.”
María y Gonzalo son un extraordinario ejemplo de personas que se casan para bien. Su vida conyugal demuestra que un matrimonio puede ser para toda la vida y es una fuente de alegría. Si el matrimonio se conduce como es debido, en la vida conyugal habrá esperanza, emoción y felicidad. Deseo compartir con usted algunas maneras de proteger su hogar del divorcio y asegurar que su relación se mantenga saludable y vibrante a través de los años.
1.- Alimente el lado espiritual de su matrimonio. “Nosotros teníamos a Dios en nuestras vidas y nos mantuvimos concentrados en Él”. Declara Gonzalo al referirse a la causa del éxito en su matrimonio. Nutrir el lado espiritual del matrimonio significa ir juntos a la iglesia regularmente, estudiar la Biblia y orar, él por ella y ella por él. Cuando la pareja permite que la Biblia moldee su vida, el matrimonio se beneficia.
2.- Haga su relación con su cónyuge la prioridad más alta.
Hasta los matrimonios que parecen haberse fabricado en el cielo necesitan atención y mantenimiento. No permita que un sinfín de actividades externas sean más importantes que su matrimonio. Demasiadas parejas dedican casi toda su energía a las demandas del trabajo, responsabilidades para con los hijos, presiones de la familia extendida y actividades voluntarias. Aunque el trabajo, los hijos, y la familia son importantes, la pareja necesita encontrar un equilibrio entre su relación y todas las demás actividades. Si hay descuido, muchas actividades pueden robarle tiempo de su pareja.
3.- Sea el mejor amigo de su pareja
Los terapeutas expertos Jeanette C. Lauer y Robert H. Lauer, para escribir su libro Til Death Do Us Part, estudiaron a 351 parejas que habían estado casadas durante 15 o más años. Su objetivo era determinar qué hace a un matrimonio no solamente duradero, también feliz. De las parejas que respondieron al cuestionario, 300 dijeron ser felices. Parte del cuestionario pedía a las parejas elegir una lista de 39 factores, cuales eran las de mayor prioridad en su matrimonio y colocarlos de acuerdo al orden de importancia. Casi el 90% de los encuestados pusieron el mismo factor al inicio de su lista: “Mi esposa (o) es mi mejor amiga (o). Para ser los mejores amigos, los cónyuges necesitan demostrar continuamente confianza, amabilidad, expresión de los más íntimos sentimientos y pensamientos, un oído dispuesto a escuchar y ganas de divertirse en pareja.
4.- Perdone con rapidez.
Es un principio que aparece numerosas veces en la Biblia. El apóstol Pablo escribió “Sean bondadosos y misericordiosos, y perdónense unos a otros, así como también Dios los perdonó a ustedes en Cristo”. (Efesios 4:32). Perdonar es esencial para sanar dentro de una relación. El periodista Robert Quillen dijo una vez: “Un matrimonio feliz está compuesto por dos personas que son buenas para perdonar”. Sin el bálsamo del perdón, ambos cónyuges luchan contra el dolor y el resentimiento que han causado. El famoso psicólogo Philip C. McGraw, en su libro Relationship Rescue, comenta: “Cuando usted decide enojarse con su cónyuge, construye una pared alrededor. Queda atrapado en un conjunto de emociones de dolor y agonía tan fuertes que una energía negativa comienza a dominar su vida entera. Su resentimiento puede causar una ruptura grave de la relación de pareja. La amargura y el enojo son fuerzas tan poderosas que una vez han entrado a su corazón, cambian todo lo que usted es.
La única ruta de escape es el perdón, tomar la decisión de perdonar a la persona que ha lastimado”.
5.- Ignore los pequeños detalles.
Evite discutir por cada pequeña molestia que su pareja le ocasione. Escoja bien lo que vale la pena discutir y sobre cuales diferencias vale la pena trabajar. Elija con cuidado sus palabras y respuestas para que su matrimonio prospere. Tome en cuenta este sabio consejo bíblico: “Las palabras del sabio son agradables; los labios del necio causan su propia rutina”. (Eclesiastés 10:12)
6.- Aprenda a pelear limpiamente.
Toda pareja tendrá diferencias de opinión, personalidades que desentonan y discusiones. La clave yace en aprender a zanjar equitativamente tales diferencias. Mari. L. Clements, profesora asistente de la Escuela de Psicología del Seminario Teológico Fuller, condujo un estudio de matrimonios exitosos. Los resultados de su investigación revelan tres consejos para una pelea equitativa.
Escuche de verdad: Normalmente, cuando nuestra pareja habla estamos ocupados pensando en nuestra respuesta, pero así no podemos escuchar lo que dice.
No ataque: Concentrese en el problema, no en la persona. Decir” Cuando dejas tu ropa en el piso me molesta porque siento que necesito levantarla” es más productivo que decir: “¡Ni siquiera sabes guardar tus cosas!”
No amenace con abandonar la relación: Logrará obtener atención, pero debilitará la relación m atrimonial y será realmente perjudicial a largo plazo.
7.-Evite el perfeccionismo
“Tome el cuidado de no buscar la perfección en usted ni en su pareja”, aconseja el psiquiatra Mark Goulston, autor de Los seis secretos de la relación duradera. Es magnifico tener ideales pero no deben ser inalcanzables. Recuerde que usted tampoco es una persona perfecta. Si espera la perfección, prepárese para una vida llena de insatisfacciones.
8.-No se acueste de mal humor
Luis y Elisa han estado casados durante ocho años. Él dice: “Como todas las parejas, tenemos desacuerdos. A veces han sido bastantes intensos, pero al inicio de nuestra relación nos comprometimos a no acostarnos enojados. Tratamos de olvidar los malos sentimientos antes de apagar las luces diciendo: “Yo sé que vamos a solucionar esto, pero veámoslo mañana cuando estemos más descansados”. Luego nos damos un abrazo y un beso. Así la pelea no sube de tono y podemos descansar. Al día siguiente, el problema que parecía tan importante la noche anterior ha perdido su intensidad.”
9.- Concéntrese en lo positivo de su pareja.
Esfuércese por ver lo positivo de su relación y no lo negativo. Cuando se frustre o enoje con su pareja, respire profundo y recuerde las cosas buenas de su relación, las ilusiones y esperanzas que al principio le parecieron atractivas. Si hay heridas presentes, busque y anticipe un resultado positivo. Recuerde que la fe, la esperanza y el amor forman una tríada poderosa capaz de mantener y transformar relaciones.