Si has visitado un museo de historia natural, probablemente viste esqueletos de dinosaurios. Por eso es importante que aceptemos que los dinosaurios si existieron durante un periodo en la Tierra.
Se han hallado evidencias de su existencia en todos los continenetes, incluso en la Antartida. Esta evidencia incluye huevos, huesos, nidos y huellas. Estos vestigios son abundantes y no pueden ser asociados con otras criaturas. Sino con los que hoy llamamos dinosaurios y los esqueletos que miramos en los museos son réplicas. El hueso original se guarda en un lugar seguro del museo.
Los dinosaurios desaparecieron
En la columna geológica, los restos de dinosaurios aparecen en las capas de roca que los paleontólogos llaman triásica, jurásica y cretácea. Estas capas de rosa sedimentaria, apiladas una sobre la otra, revelan ciertas características de los fósiles de moluscos, reptiles, peces, dinosaurios y organismos microscópicos que en algún momento llenaban los oceános.
Los paleontólogos creen que los dinosaurios, al igual que otros animales y plantas, desaparecieron de manera repentina como consecuencia del impacto de un meteorito. Otros dudan respecto a esta teoría. La mayoría de los científicos creacionistas creacionistas cree que los dinosaurios desaparecieron, junto con otras especies, durante el diluvio mundial descrito en Génesis.
Los dinosaurios si desaparecieron, pero no sabemos exactamente cuándo ni cómo. Sin embargo, la posibilidad de que se extinguieran durante el diluvio descrito en Genésis (con o sin el impacto de un meteorito) puede considerarse una hipótesis científica válida que merece nuestra consideración.
Los dinosaurios y la Biblia
Aunque los reptiles figuran entre los animales creados, los dinosaurios no se mencionan de manera especifica. Esto no nos debería sorprender, porque en la época de Moises la palabra “dinosaurio” no existía; tampoco mencionó a los escarabajos, tiburones, estrellas de mar, el moho, y las algas, por ejemplo.
En la actualidad, hay varios animales que son igualmente extraños en apariencia y no llaman tanto la atención. Algunas personas creen que los dinosaurios aparecieron como resultado de la maldición sobre Adán y Eva, pero la Biblia no dice nada al respecto, ni identifica qué animales cambiaron por causa de la entrada del pecado, ni qué tipo de cambios habrían sido.
Por ultimo, hay personas que creen que los dinosaurios sobrevivieron al diluvio pero que murieron al poco tiempo por no haber podido acostumbrarse al nuevo ambiente. Esta también es una posibilidad, ya que algunos dinosaurios podrían haber entrado en el arca y luego habrían desaparecido en la colonización, después del diluvio. La Biblia menciona dos criaturas extrañas, el behemot (Job 40:15-18) y el Leviatán (Job 41:1 ), que algunos interpretaban como posibles ejemplos de dinosaurios posdiluvianos. Sin embargo, la mayoría de los estudiosos de la Biblia, no acepta esta explicación, y las palabras behemot y leviatán normalmente se traducen como hipopótamo y cocodrilo, respectivamente, por lo que no se relacionan con los dinosaurios.
Los dinosaurios y Elena G. de White
El término dunosaurio fue acuñado por el zoológico británico Richard Owen en 1842, para nombrar un grupo de fósiles de reptiles que había descubierto hacía poco tiempo. El uso de esta palabra se diseminó en la medida en que nuevos hallazgos empezaron a ocurrir en Europa y Norteamérica. Para el tiempo en que E.G. White escribió sus primeras palabras sobre la creación, el diluvio, la ciencia y la fe (1846), el término dinosaurio ya se hablaba en los libros científicos y en los periódicos.
Sin embargo, E.G. White nunca usó este termino, ni otro similar, para referirse a estos reptiles. En una breve declaración realizada en 1864, ella escribió: “Todas las especies de animales que Dios había creado fueron preservadas en el arca. Las especies mezcladas que Dios no creó y que fueron resultado de la amalgamación, fueron destruidas por el diluvio. Desde el diluvio, ha habido amalgamación de hombre y bestias, como puede verse en las casi innumerables especies de animales y ciertas razas de hombres”.
Este párrafo, es muy confuso, primero porque no sabemos qué quiso decir E.G.White con “amalgamación”. Estudios minuciosos sobre este tema no han arrojado una respuesta definitiva. Además, en el mismo texto, ella dice que “existían animales grandes y poderosos antes del diluvio, que ahora no existen”. En otro pasaje, ella declara que: “había una clase de animales enormes que perecieron en el diluvio. Dios sabía que la fuerza del hombre disminuiría, y estos animales monumentales no podrían ser controlados por el hombre debilitado”.
Esta declaración, entre otras, respecto a la vida antes del diluvio, sugiere que ella se refería a la existencia de una variedad de animales que no sobrevivieron dentro del arca. Sin embargo, no estamos seguros del significado de esta declaración; no sabemos cuáles eran esos animales enormes.
La realidad es que los dinosaurios sí existieron, aunque la Biblia no los mencione. Hay evidencia clara: tenemos los huesos, sus dientes, huevos, huellas e incluso el relieve de su piel. Además, en algún punto de la historia, desaparecieron. Su extinción pudo haber ocurrido antes, durante o después del diluvio. Como el resto de los fósiles, el origen y la desaparición de los dinosaurios están envueltos en un misterio. Por esta razón, requieren nuestro estudio cuidadoso y riguroso, algo que cristianos con talento e interés deben ser animados a hacer, los dinosaurios no desafían ni comprometen nuestra fe en las enseñanzas de la Biblia.