Actualmente Turquía es el país que alberga el mayor número de refugiados en todo el mundo. Se estima que allí viven 3,7 millones de sirios, y aproximadamente un millón de personas de otras nacionalidades. En América Latina, Colombia es el destino principal de los refugiados que dejan Venezuela desde el inicio de la crisis migratoria.
Perú, Chile, Ecuador y Brasil también son las rutas elegidas por quienes ponen al país vecino en el pasado para ir en dirección a un nuevo comienzo. Pero internamente cada nación tiene su propio desafío, especialmente con relación a los desamparados y extranjeros.
Para dar atención específica a esos tres grupos, el día 21 de marzo millones de personas saldrán a las calles. En la fecha se conmemora el Día Mundial del Joven Adventista (Global Youth Day, en inglés), que anualmente está marcado por miles de acciones sociales alrededor del globo.
“Es una oportunidad clara de involucrarse activamente en la misión [de alcanzar a otros] por medio de gestos de amor, siendo las manos y los pies de Jesús”, subraya el pastor Carlos Campitelli, director del Ministerio Joven de la Iglesia Adventista para ocho países sudamericanos.
La propuesta, según él, es ayudar a los desamparados, extranjeros y refugiados con acciones que puedan conectar a los participantes con la comunidad, acompañando así el desarrollo y reinserción de esas personas a la sociedad.
Aunque el marco sea en una sola fecha, Campitelli refuerza que las “acciones de bien”, como las clasifica, deben continuar a lo largo de todo el año. “El desafío es adoptar alguna institución o personas que viven en la calle, o a niños, dejando así una marca en sus vidas, y siendo entonces un sermón vivo, el mensaje vivo de lo que Jesús es y lo que haría por los más pequeñitos”, evalúa.
Unidad que transforma
El objetivo es que, en cada uno de los más de 28 mil templos adventistas esparcidos por Argentina, Brasil, Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguay, Perú y Uruguay, los miembros se movilicen para desarrollar acciones solidarias en favor de la comunidad. En todo el mundo, se espera que 7 millones de jóvenes se involucren en el Global Youth Day.
Así como en los años anteriores, una transmisión mostrará en tiempo real las acciones realizadas en cada parte del globo. En la edición de 2020 se actuará en colaboración con la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA), que trabaja directamente con el público destinatario de los beneficios.
“Vamos a mostrar lo que ADRA hace, y también exhibiremos una miniserie durante toda la semana. Queremos incentivar a los jóvenes para que tengan un plan de voluntariado”, amplía Campitelli.
Pero si usted y sus amigos todavía no saben qué hacer para beneficiar a su comunidad:
Busquen municipios que tengan necesidades de ayuda a refugiados, desamparados, extranjeros y personas que viven en la calle. Ofrezcan a esas personas una atención primaria.
Conversen con los líderes de su iglesia para abrir las puertas y ayudar a personas con algún tipo de asesoría jurídica, donación de ropa, calzados, alimentación y acercarlos a la convivencia de la comunidad religiosa.