Al pensar en los ministerios juveniles, debemos reflexionar en los requerimientos que estos tienen para desarrollarlos y llevarlos a un fin certero, donde estemos seguros de que el ministerio juvenil cumple su misión y razón de ser.
Lo primero que hemos de considerar es que los jóvenes infunden nueva vida a la iglesia, y esto es suficiente razón para invertir tiempo, recursos y nuestras mejores ideas para atenderlos y alcanzarlos donde están, a fin de ayudarlos a desarrollar una experiencia significativa de salvación y servicio.
Consideremos la importancia de poner en correcta perspectiva la capacidad y potencial de los jóvenes a quienes vamos a ministrar. Elena G. de White nos recuerda: “La iglesia languidece por falta de la ayuda de jóvenes que den testimonio valiente, que con celo ardoroso aticen las indolentes energías del pueblo de Dios, y aumenten así el poder de la iglesia en el mundo” (Mensaje para los jóvenes sec1 p. 18)
Ahora tenemos el privilegio de ser líderes juveniles, les animo a que tomemos unos minutos para soñar con los jóvenes que están dentro de nuestro grupo de influencia y que pensemos en el bien que ellos puedan hacer. Con justa razón Elena G. White señala: “Satanás (…) sabe perfectamente que nadie puede hacer tanto bien como los jóvenes y las señoritas consagrados a Dios. Los jóvenes, si actuaran correctamente, podrían ejercer una poderosa influencia. (ibíd. Sec pag. 142).
Las declaraciones anteriores expresan un sentido de nostalgia, y desafían a los líderes de hoy a pensar enlas posibilidades latentes que no se logran porque no hemos cumplido con los propósitos de un liderazgo orientado a salvar en lugar de entretener, a inspirar en lugar de regañar, a contribuir al crecimiento en lugar de restringirlo.
Siendo sinceros, necesitamos reconocer que pocas veces llegamos a ver tan claramente, como Elena G. White lo expresa, la influencia de los jóvenes ejercen en la vida de otros jóvenes. Por eso, siendo líderes adultos, debemos pensar en la importancia de rodearnos de jóvenes en el cumplimiento de nuestra labor como líderes, considerando la siguiente declaración: “Los predicadores o laicos avanzados en años no pueden tener sobre la juventud ni la mitad de la influencia que pueden tener sobre sus compañeros los jóvenes consagrados a Dios.” Pp143.
Uno de los anhelos más acariciados entre los que hemos militado en las filas del adventismo, es la segunda venida de Cristo. La cual consideramos como un sueño que cada día se haga realidad. Quisiéramos que nuestros jóvenes tuvieran el mismo sentir. Pero esto no sucederá a menos que prediquemos por testimonio este evangelio y se cumplan las palabras de Cristo, y “entonces vendrá el fin”. La buena noticia es que los jóvenes, debidamente adiestrados, pueden terminar la obra de Dios. Y por eso, como líderes juveniles, somos parte importante en el cumplimiento de este sueño acariciado.
Elena G. de White dice: “Con semejante ejercito de obreros como el que nuestros jóvenes, bien preparados, podrían proveer, ¡cuán pronto se proclamaría al mundo el mensaje de un Salvador crucificado, resucitado y próximo a venir!
Estarán de acuerdo conmigo si les digo que los jóvenes son valiosos para ejecutar los planes en todas las áreas de la obra de Dios. Pues, “a fin de que la obra pueda avanzar en todos los ramos, Dios pide vigor, celo y valor juveniles. Él ha escogido a los jóvenes para que ayuden en el progreso de su causa. El hacer planes con la mente clara y ejecutarlas con sus manos valerosas requiere energía fresca y no estropeada. Los jóvenes están invitados a dar a Dios la fuerza de su juventud, para que el ejercicio de sus poderes, o reflexión aguda y acción vigorosa le tributen gloria, e impartan salvación a sus semejantes “ (Obreros Evangélicos pag. Sesenta y nueve)
Sería una verdadera lástima que los jóvenes de nuestra iglesia local no fueran tomados en cuenta en el cumplimiento de la misión evangélica. Reconociendo la importancia del ministerio juvenil en cada iglesia, se debe desarrollar un plan de acción que contribuya a los siguientes propósitos:
1.- Promover el concepto de salvación y servicio en una experiencia de discipulado, liderazgo, evangelismo y servicio.
2.- Despertar el interés de los miembros adultos de la iglesia hacia los jóvenes, estrechando la brecha generacional.
3.-Desarrollar un compañerismo que los haga interesarse unos por otros.
4.- Generar preocupación por los jóvenes que no han sido alcanzados o que se han alejado de la iglesia.
Desarrollar programas orientados a despertar el interés por la iglesia y su misión.
Tomemos un tiempo también para considerar las metas y conocer la estructura de los ministerios juveniles. En primer lugar, permítanme enumerar las metas del ministerio a favor de la juventud adventista local. Estas son:
Organizar los recursos de la energía juvenil para el servicio activo en favor de otros.
Instruir al liderazgo juvenil de la iglesia. Proveer oportunidades de probar varios métodos para enseñar teorías y proveer técnicas que puedan ser aplicadas a los programas del ministerio juvenil a fin de ayudar a la juventud a alcanzar sus objetivos propuestos en su iglesia local.
Discipular para salvar a los niños y a los jóvenes de la iglesia. Dirigiéndolos personalmente hacia una relación salvadora con Jesucristo y entrenándolos para compartir a Cristo, alegremente y con destreza.
En un sentido más amplio, diremos que el propósito primordial del ministerio juvenil adventista es ganar en el evangelismo, entrenar en el liderazgo, comisionar en el servicio y retener en el discipulado a las personas de dieciséis a treinta y cinco años.
· Para cumplir este propósito, existe la necesidad de un ministerio juvenil activo que contenga:
- · Una organización por medio de la cual funcione.
- · Un liderazgo entrenado para planificar y dirigir sus actividades
- · Materiales con los cuales trabajar y aprender a ser cautivos e innovadores.
- · Una comisión de ministerio juvenil JA que brinde visión, orientación y apoyo.
La obra del Señor nunca podrá ser terminada sin la juventud de la iglesia. El futuro de esta causa depende de ellos. El ministerio juvenil patrocinado por esta iglesia existe para salvar a nuestra juventud, entrenada para el servicio e involucrarla en la misión. “Y será predicado este evangelio del Reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin” (Mateo 24:14)