Aquí encontrarás consejos creativos sobre lo que debe hacer en cada bloque de programación de Culto Joven.
El programa de Culto Joven fue dividido en 4 bloques. Debe tener cuidado sobre todo con la puntualidad, tanto para el inicio de los programas y poner fin a ellos, porque el ideal es tener sólo 1 hora de duración.
Después de la recepción, los tres primeros bloques que se presentarán a lo largo de Culto Joven es la apertura de las horas de oración y momentos de alabanza. A continuación, la secuencia de bloques se puede cambiar de acuerdo a lo programado. Este es el momento de la participación en las actividades que tienen participación directa de la iglesia, presentando el tema central, además de los momentos de alabanza y otros momentos de oración.
Al planificar su Culto Joven también tienen en cuenta un tiempo de comodín, este será su bloque de comodín. Allí se puede repetir, ya sea uno de los bloques existentes, la creación de uno nuevo para satisfacer una necesidad específica de la iglesia. Por ejemplo, puede hacer que el final de un bloque de Culto Joven ” Despedida”, donde los jóvenes, después de la oración final, saludan deseándole una feliz semana
Los programas buenos no suceden porque sí. Si usted quiere evitar confusiones, tensiones, y un equipo desmotivado, organice, con anticipación, la planificación de los cultos jóvenes de todo el año. Reúna a todo el equipo JA y diseñe un calendario con los eventos de la iglesia, los eventos de su asociación y lo calendario de fechas conmemorativas. De manera general, solo separando las fechas que no se pueden olvidar, o aquellas que ya están confirmadas durante el año, para que no haya conflicto con otros programas.
Consultar un calendario de fechas conmemorativas puede ser muy útil en ese momento. Por ejemplo, sería totalmente fuera de contexto hacer un programa enfocado a las madres en un mes en el que no es el día de la madre. Entonces, un programa sobre las madres de la Biblia, quedaría mejor en el mes del día de la madre.
Al definir cada programa del trimestre, tenga en cuenta el calendario anual y defina temas, lugares, participaciones y programas especiales. La reunión para definir esta planificación debe realizarse por lo menos un mes antes del comienzo del trimestre.
Junto a las planillas, al final de este manual, también encontrará un Calendario de planificación del Culto Joven. Allí podrá dejar definidas todas las fechas especiales del año, y cada trimestre podrá anotar los temas y participantes de cada programa.
Al organizar esta planificación, teniendo en vista la realización de un Culto Joven por semana, usted puede dividir los diferentes estilos de programas cada sábado del mes, repitiendo la fórmula cada mes del año. Por ejemplo:
Primer sábado
Culto Joven organizado por la dirección del Departamento JA: Puede organizarse un súper programa, porque es prácticamente el único en el mes que se hace integralmente por sobre de la creatividad del equipo JA.
Segundo sábado
Culto Joven musical: Grupo, solista o coro invitado. No es difícil. Es solo invitar y dejar que suceda.
Tercer sábado
Culto Joven de compromiso: Mesa redonda, seminario, dinámica de grupo, etc., con un tema especial. Tampoco es difícil. Solo debe definir el tema, promover y administrar la ejecución de las partes.
Cuarto sábado
Culto Joven hecho por algún departamento invitado: Existen departamentos que siempre están dispuestos a hacer programas, incluso más de uno, si es necesario. Pueden ser algunos departamentos como:
· Ministerio del Niño
· Ministerio de la Mujer
· Conquistadores
· Hogar y Familia
· Salud y temperancia
· Ministerio Personal
· Música
. Ancianato
· Diaconato
· Pastor Distrital
Sugerencias para la recepción
Ser bien recibido, en cualquier lugar, es algo que siempre causa una buena impresión. Por eso, es importante que se elija un equipo que se encargue de la recepción en los cultos jóvenes. Este equipo es responsable de los siguientes aspectos:
¿Cómo contactar a los jóvenes universitarios que estudian en una universidad cerca de su iglesia?
Es simple. Los líderes JA pueden hacer carteles y pedir permiso a las universidades para colocarlos en las carteleras de anuncios, a cada comienzo de año o semestre. Los carteles pueden ser más o menos así:
¡JÓVENES ADVENTISTAS!
¡BIENVENIDOS!
LOS ESTAMOS ESPERANDO EN NUESTRAS IGLESIAS.
Direcciones:
___________________
___________________
___________________
En esta época, en la puerta de las iglesias debe haber recepcionistas sonrientes que anoten nombres y direcciones y den una alegre bienvenida a estos “pajaritos” que están fuera del nido. Los líderes JA dividen la lista de direcciones entre los jóvenes de la iglesia y visitan a las personas. Deben asegurarles que serán bienvenidos y que será un placer verlos el sábado en la iglesia. Deben aprovechar para invitarlos a almuerzos o cenas con los miembros de la iglesia. Lo ideal es que los hombres visiten hombres, y las mujeres, mujeres.
1. Observar si las sillas de la plataforma están en su lugar.
2. Cuidar la iluminación y ventilación del lugar.
3. Verificar si el salón de la iglesia está en orden antes de que comience el culto joven.
4. Verificar si hay himnarios o cuadernillos de cantos suficientes para distribuir a la entrada.
5. Tener las salvas listas para recoger la ofrenda.
6. Verificar si los micrófonos y equipos audiovisuales están listos para usarse, en caso de que se los necesite.
7. Saludar a las personas cuando entran y conducirlas a algún lugar del salón.
8. Retirar la ofrenda y entregarlas al secretario o tesorero.
Sugerencias para la apertura (3 minutos)
Puede ser una crónica, una poesía, un video o algún evento de la semana que hable del tema central.
Sugerencias para los momentos de alabanza (10 minutos)
Hay muchos recursos creativos que pueden aplicarse durante los diferentes momentos de alabanzas del Culto Joven:
– Alguna canción acompañada de un instrumento raro.
– Monólogo (leído mientras se toca música).
– Canto congregacional.
– Parte especial (solos, dúos, tríos, cuartetos, conjuntos, coros, orquestas).
– Investigar la historia de los himnos que estén relacionados con tema central.
– Música instrumental.
– Concurso musical.
– Festivales (solos o dúos inéditos, cuartetos, conjuntos, coros, etc.)
– Preparar presentaciones en PowerPoint con himnos.
– Alabanza en la Biblia.
– Aprender músicas y canciones nuevas.
– Las señoritas cantan una estrofa y los muchachos otra.
– Dividir el auditorio en dos partes.
Es importante seleccionar las canciones antes de la programación para evitar así algún inconveniente. Los momentos de alabanzas en nuestros cultos deberían intentar reflejar la música ejecutada por los ángeles en los momentos de alabanzas del Cielo.
Sugerencias para los momentos de oración (7 minutos)
Hablar con Dios es un privilegio que puede planificarse de manera creativa, siempre que se hagan los debidos preparativos con anticipación. Estos momentos de oración pueden hacerse de diferentes maneras:
1. Leyendo antes pasajes de la Biblia.
2. Hablando sobre las promesas de Dios de responder a nuestras oraciones.
3. Cantando un himno apropiado para la oración al principio y al final.
Haga de los momentos de oración una ocasión especial, utilizando una música de fondo.
Sugiera un tema para la oración: gratitud, intercesión, súplica. Sea directo y claro.
La oración de puede hacer en grupo, como familias, en parejas de amigos, por matrimonios, grupos de tres o cuatro personas, o que cada persona ore con la persona más cercana.
Cada semana, se puede invitar a personas de un grupo específico para los momentos de oración: abuelos, padres, jóvenes, solteros, universitarios, etc.
También hay otras maneras diferentes de orar:
– Oración cantada.
– Oración miembro + visita
– Amigo invisible de oración.
– Oración infantil.
– Oración en cadena.
– Cadena de oración.
– Oración responsiva.
– Oración de la Biblia.
– Oración hecha por tres personas: una responsable de la alabanza, otra da acciones de gracias y la tercera por la intercesión.
Sugerencia para crear nuevos programas
Lee un libro, una revista y encuentras un tema que te llama la atención. Miras de nuevo el tema y te das cuenta de que puede ser de interés para los jóvenes de tu iglesia. Entonces, piensas que puede servir como tema central de un Culto Joven. Música del cielo. Tenemos mucho que analizar con respecto a la música. Incluso alcanza para organizar una serie especial durante cuatro cultos jóvenes (el mes de la música), solamente para hablar de la Música del cielo. ¿Cómo será la música ejecutada y cantada por los ángeles? ¿Qué tipo de música, compuesta por lo seres humanos, le agradaría escuchar a Dios? Tú leíste el artículo Música del cielo y decides utilizarlo en la apertura del primer culto de la serie. Después lees el artículo “Alabanza congregacional” escrita por el pastor Otimar Gonçalves, que fue originalmente publicada en la Revista Adventista de julio del 2009 y la utilizas como base para el desarrollo de los temas centrales. Solo un poco más de investigación sobre el tema, consultas con el director de música y otros músicos de tu iglesia y listo, ya tienes un mes de programas definido.
ALABANZA CONGREGACIONAL
Es necesario aprender aquí a alabar al Creador de los cielos y la Tierra para después adorarlo en el Cielo. Cuando el tema es el ministerio de la música*3, hay siempre muchas ideas y sugerencias humanas, de acuerdo con la cultura de cada cantante o músicos. Pero nosotros queremos algo más, o sea, el “así dice Jehová”, basado en el espíritu de profecía. Por lo tanto, ¿cuáles son los principios que deben pautar la adoración congregacional?
1. Ora antes de comenzar la alabanza.
Es imprescindible siempre comenzar la alabanza congregacional con una oración*4, buscando la presencia de Dios y de sus magníficos ángeles. Debemos anhelar no solamente la compañía de Dios, sino su aprobación para todo el “sacrificio vivo” que se ofrecerá a su poderoso y excelso nombre.
Orar fue el primer acto del rey Salomón antes de la consagración del templo (2 Cró. 7:1). La oración debe incluir a los músicos, cantantes y a la congregación. Dios debe reinar soberanamente en cada corazón. En la iglesia, todos deben participar de lo que normalmente llamamos “servicio de cánticos”. ¿Cuál es la razón?
“Pero en contadas ocasiones deben ocuparse del canto sólo unas pocas personas. La habilidad de cantar es un talento de influencia que Dios desea que todos cultiven y usen para la gloria de su nombre” (El evangelismo, p. 368).
2. Prepare a los músicos y la música.
“Organícese un grupo con los mejores cantantes, cuyas voces puedan conducir a la congregación, y luego únanse a ellos todos los que así lo deseen” (El evangelismo, p. 506).
Ensayar y prepararse *5 es tener temor del Señor de forma práctica. ¿Le hemos ofrecido a Dios lo mejor de nosotros? En la época de Salomón, el ministerio de la música estaba compuesto por 120 sacerdotes “cuando sonaban, pues, las trompetas, y cantaban todos a una, para alabar y dar gracias a Jehová” (2 Crón. 5:13). En esa ocasión, había familias enteras en el “ministerio de la casa de Dios”, (2 Crón. 25:1, 2, 6, 7). Era un ministerio organizado, respetuoso y espiritual, con una lista de responsables por la música en la casa de Dios. “Los que cantan debieran realizar un esfuerzo para cantar en armonía; debieran dedicar algún tiempo a la práctica a fin de emplear este talento para la gloria de Dios” (Ibid., p 369).
3. Los himnos deben confirmar el mensaje predicado.
Los predicadores y cantantes deben entenderse en ese tema. Eso se puede resolver con un buen diálogo, antes de la predicación. Debe haber armonía entre el mensaje del predicador y el mensaje musical*6.
4. No debe haber exhibiciones teatrales.
Algunos de nuestros cantantes se valen de un recurso llamado melisma. Se trata de un fragmento melódico o un grupo de notas basadas en una misma sílaba. Si vamos a lo minucioso, no es nada más que atraer la atención de los oyentes al cantante y no a la alabanza. Es un tipo de exhibición de recursos vocales, dotes y extensión musical, o cosas del género. Para algunos especialistas, son “firuletes” musicales*7, que provienen del mundo del rap, black, soul y blues americano en especial.
“No hay nada más ofensivo a la vista de Dios que un despliegue de música instrumental, cuando aquellos que toman parte no son consagrados, no tienen melodías en sus corazones para el Señor” (Ibid., p. 510). El centro de la adoración o de la alabanza no es el instrumento musical ni el músico, sino Dios.
5. Cante también con la ropa.
Los cantores pueden presentar la mejor actuación musical posible, pero si su indumentaria llama demasiado la atención hacia ellos, eso es un ruido en la adoración, lo cual opaca el brillo de la alabanza congregacional.
La alabanza perfecta presenta un mensaje integrado con todo nuestro ser: espíritu, alma y cuerpo (1Tes. 5:23). “Nuestra apariencia en todo respecto debe caracterizarse por el aseo, la modestia y la pureza” (Ibid., p. 199). O sea, debemos presentarnos delante de Dios con ropas limpias, aseadas, sencillas sin extravagancias ni lujos, y que cubran muy bien las llamadas partes sensuales del cuerpo. Si actuamos de esa manera, nuestro Dios será alabado y exaltado, y la alabanza será integral.
6. Trabaje en sintonía con el equipo del sonido y multimedios.
Para que no haya desencuentros a la hora de la alabanza es necesario que los equipos de alabanza, los encargados del sonido y los de multimedios lleguen un tiempo antes del comienzo de la reunión. El que llega temprano a la iglesia, contribuye para la creación de un ambiente positivo de adoración. Jeremías 48:10 dice: “Maldito el que hiciere indolentemente la obra de Jehová”.
Hagamos siempre lo mejor para agradar a Dios*8, tomando en cuenta la óptica bíblica. No olvidemos de que “nuestros” dones solo se nos han prestado temporariamente.
Música y adoración
La música afecta el humor, el ambiente, y tiene mucho que ver con la adoración. Usamos la música para alabar, para recoger las ofrendas y para finalizar las reuniones. Pero muchas veces fallamos en usarla para perfeccionar significativamente nuestra adoración. Tal vez esté faltando música suave durante la oración, la lectura de la Biblia, o en los cultos JA. Por eso es importante elegir para el equipo responsable de la música del culto joven a personas que demuestren sensibilidad musical en relación a cada momento en particular.
Si se desea, la oración se puede hacer de manera colectiva, así como una lectura responsiva. Todos deben participar de los canticos: niños, jóvenes, adultos e incluso nuestras queridas visitas. Sería muy bueno que en cada iglesia tuviéramos himnarios de reserva para que nuestras visitas amigas canten con nosotros.
Hora de los cantos
En algunas ocasiones, algunos líderes de la música acostumbran a pedirles a los hermanos que elijan himnos en el momento de alabanza. Esa no es la mejor idea ya que a veces alguien pide un himno conocido y eso puede traer algún inconveniente en el momento de la alabanza congregacional. Lo mejor es preparar bien todos los cantos y, si es posible, que cada himno sea presentado con un texto de la Biblia.
1. Use cantos diferentes, no caiga en la rutina de usar todas las semanas los mismos.
2. Aprenda y enseñe nuevos cantos regularmente.
3. Ocasionalmente, haga concursos en los que se encuentren las respuestas en los himnos.
4. Lleve a cabo el servicio de cantos según los himnos favoritos de los miembros de iglesia.
5. Use acompañamiento instrumental.
6. Intente agrupar el tipo de cantos en himnos dirigidos a Dios, cantos evangélicos, himnos que hablen de la experiencia cristiana del autor, etc.
7. Use como máximo cuatro cantos relacionados con el tema central.
En el momento del servicio de cantos es importante cuidar el orden. Comience siempre con un himno suave de alabanza y, enseguida, se puede pasar a músicas más altas. Finalice la etapa de cantos con un himno alegre. Cante un número bien calmo, que favorezca la meditación, y luego haga una oración sin anunciarlo. Comprobará que su grupo está en silencio y dispuesto a seguir adorando a Dios.
Música especial
Siempre debemos intentar usar la buena música sacra para fijar las verdades divinas en la mente y corazón de nuestros oyentes porque “El canto es uno de los medios más eficaces de impresionar el corazón con la verdad espiritual” (El evangelismo, p. 365).
1. Use vocalistas e instrumentistas por separado y juntos.
2. Use solistas y grupos ocasionalmente.
3. Incluya las canciones en el programa para que se anuncie.
4. Verifique siempre antes las partes especiales para seleccionarlas.
5. Las partes especiales, así como las usadas en el servicio de cantos, deben estar relacionadas con el tema central.
“Cualquier cosa extraña o excéntrica en el canto desvía la mente del carácter serio y sagrado del servicio religioso” (Mensajes selectos, t. 3, p. 380).
El buen canto en nuestra adoración
El apóstol Pedro definió muy bien el rumbo de nuestra vida y nuestra adoración cuando dijo: “Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna” (Juan 6:68).
Todos nos hemos preguntados en repetidas ocasiones cuál es la buena música. ¿Cuál es la música que agrada a Dios? ¿Qué música debo escuchar o cantar? La buena música es aquella que es los santos ángeles ejecutan en el Cielo; una música que debemos aprender aquí en la Tierra.
“Sus himnos [de los ángeles] no rechinan en los oídos. El canto es suave y melodioso, y se hace sin este gran esfuerzo que yo he presenciado. No requiere tanto esfuerzo ni ejercicio físico” (Mensajes selectos, t. 3, p. 380).
Inevitablemente, surge otra pregunta: ¿cuál es el buen canto” El buen canto es como la música de los pájaros: suave y melodioso” (El evangelismo, p. 372).
Aparentemente, algunos cantantes, músicos, y hasta predicadores, prefieren más la alabanza y el aplauso de los hombres que de Dios. Es como dice Juan 12:43: “Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios”. Tengamos cuidado con nuestra presentación musical, porque los aplausos de las personas no siempre vienen acompañados de la aprobación de Dios.
También es bueno cuidarnos en cuanto al uso del micrófono. Algunos cantantes lo colocan cerca de la boca, después lejos, cerca nuevamente y así sucesivamente. El público no sabe si mirar el micrófono o meditar en la letra de la canción que se está cantando. Eso termina siendo un “ruido” a la hora de adoración. Los gestos terminan llamando más la atención que la letra o la melodía del mensaje musical. Eso también es una adoración centrada en el ser humano.
Nuestros gestos al presentarnos predicando o cantando para Dios deben ser simples, naturales y espontáneos.
“Mediante las palabras, el tono de la voz, los gestos, las miradas, pueden representar el Espíritu de Jesús. El que deje de hacer estas pequeñas cosas, y al mismo tiempo se vanagloría de que está listo para hacer maravillas por el Maestro, está en peligro de fracasar completamente” (Cada dia con Dios MM, 1980, de 15 de mayo, p. 142).
Hagamos siempre lo mejor para agradar a Dios, tomando en cuenta la óptica bíblica. No olvidemos que “nuestros” dones son prestados.
Sugerencias para el momento de participación (6 a 10 minutos)
En la programación de los cultos jóvenes debe haber gran participación del público, y esto puede hacerse en varios momentos del programa. De esta manera, la programación no aburrirá a nadie.
En los momentos de participación intente incluir de preferencia actividades que se puedan llevar a cabo en grupos. Este es el momento adecuado para promover:
– Testimonios de varios jóvenes que participaron de una campaña de donación de sangre, por ejemplo.
– historias inolvidables de alguien relatadas a la iglesia (puede ser un video también).
– presentación de reseñas de buenos libros y sitios de contenido apropiado para los jóvenes cristianos.
– concurso de oratoria entre equipos.
Aproveche estos momentos de participación para contar un poco de la historia de la Iglesia Adventista, y para realizar el bautismo de aquellos jóvenes que aceptaron a Cristo cuando participaron del campamento joven. Evite imitar a la televisión y nunca permita hinchadas dentro de la iglesia.
La importancia de los testimonios
Jesús le habla hoy a cada joven lo mismo que les dijo a los discípulos: “me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra” (Hechos 1:8).
“Los discípulos estaban por salir como testigos de Cristo, para declarar al mundo lo que habían visto y oído de él. Su cargo era el más importante al cual los seres humanos habían sido llamados alguna vez, siendo superado únicamente por el de Cristo mismo” (Servicio cristiano, p. 21).
Para el cristiano de los días de hoy, el testimonio es algo natural que hace en todo momento: en las conversaciones en familia, con los amigos, en la escuela, en el trabajo, en los viajes y también en la iglesia.
“La religión de moda de la época ha amoldado de tal forma el carácter, que los jóvenes que profesan la religión de Cristo rara vez mencionan su nombre a sus compañeros. Conversan de muchos asuntos, pero no hacen del precioso plan de la redención un tema de conversación. Supongan que como cristianos prácticos cambiáramos este orden de cosas y mostráramos “las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Pedro 2:9). Si Cristo habita en el corazón por la fe, no pueden guardar silencio. Si han hallado a Jesús, serán verdaderos misioneros. Han de ser entusiastas en este asunto, y hacer saber a los que no aprecian a Jesús, que lo han hallado precioso para su ser, que él ha puesto en la boca de ustedes un cántico de alabanza a Dios” (Mensajes para los jóvenes, p. 140).
Las palabras de bondad, las miradas de simpatía, las expresiones de gratitud, serían para muchos que luchan solos como un vaso de agua fría para un alma sedienta […] Cada palabra y obra de bondad abnegada es una expresión del amor que Cristo” (Servicio cristiano, p. 236).
“Los dos endemoniados curados fueron los primeros misioneros a quienes Cristo envió a predicar el Evangelio en la región de Decápolis. Durante tan sólo algunos momentos habían tenido esos hombres oportunidad de oír las enseñanzas de Cristo. Sus oídos no habían percibido un solo sermón de sus labios. No podían instruir a la gente como los discípulos que habían estado diariamente con Jesús. Pero, llevaban en su persona la evidencia de que Jesús era el Mesías. Podían contar lo que sabían; lo que ellos mismos habían visto y oído y sentido del poder de Cristo. Esto es lo que puede hacer cada uno cuyo corazón ha sido conmovido por la gracia de Dios” (Servicio cristiano, p. 23).
“Somos los testigos de Cristo, y no hemos de permitir que los intereses y planes mundanos absorban nuestro tiempo y atención” (Servicio cristiano, p. 21). Por lo tanto, todos, jóvenes, hombres y mujeres, miembros aislados, grupos e iglesias, son llamados a compartir sus diferentes actividades misioneras, y estos relatos pueden hacerse por escrito.
“Los que adquieran tal experiencia al trabajar para el Señor debieran escribir un relato de ello para nuestros periódicos, a fin de que otros sean alentados” (Joyas de los testimonios, t. 2, p. 551).
“Desempeñen fielmente su parte durante la semana los miembros de la iglesia, y relaten el sábado lo que han experimentado. La reunión será entonces alimento a su tiempo, que infunda a todos los presentes nueva vida y vigor” (Joyas de los testimonios, t. 3, p. 82).
Vea algunas maneras creativas para dar un testimonio:
– Por qué soy adventista.
– Una bendición de la semana.
– Historia de mi conversión.
– Historia misionera.
– Alguien que venció un mal hábito o pecado.
– Un día con Jesús. Cómo Jesús ejerce influencia en el día a día de una persona.
Sugerencias para el Tema Central (12 a 15 minutos)
Elegir un tema interesante es fundamental para cautivar la atención del público durante la presentación del mensaje principal del Culto Joven. Vea algunos temas que tienen mucho éxito entre los jóvenes:
– Recreación
– Cine, TV, películas
– Matrimonio
– Profesiones
– Amistades
– Moda
– Juegos
– Sexo
– Noviazgo
– Drogas
– Homosexualidad, bisexualidad
– Masturbación
– Música
– Influencia de los medios de comunicación
En el próximo capítulo encontrará muchas ideas de temas que pueden presentarse en el Culto Joven. Una vez que se ha definido el tema del Culto, es necesario definir la manera de presentarlo. Puede ser en forma de diálogo o monólogo, una predicación corta de un solo orador (preferentemente busque oradores especializados), entrevistas, mesa redonda (debate abierto o panel con invitados), reportajes, lecciones objetivas, concursos o cajas de preguntas, películas o videos.
Mire la sugerencia creativa
¿Ya se imaginó hacer un Culto Joven con la historia del hijo pródigo narrada en forma de monólogo enfocado desde el punto de vista del hermano mayor? Claro, tendría que entrar vestido de época. Incluso esa parábola podría servir para hacer una serie de, por lo menos, cuatro programas; un monólogo contando la versión del hijo mayor, otro con la versión del padre, otro con la versión del hijo pródigo y, finalmente, un cuarto programa presentado en forma de mesa redonda con la participación del público que le hace preguntas a los tres personajes.