1. Tema o propósito definido.
Debe haber alguna razón para llevar a cabo la reunión, si no, sería mejor no tenerla.
Demasiado a menudo el programa J.A, es como un carrusel, en el que todo el mundo sube a bordo y da vueltas y vueltas en un torbellino de actividades, sin embargo, cuando se termina la reunión, nos encontramos con que no hemos ido a ninguna parte, a pesar de toda la conmoción.
2. Planeamiento.
Las buenas reuniones no son casualidades, no suceden tan solo porque si. Las buenas reuniones han sido planeadas, y el planeamiento requiere tiempo y esfuerzo.
3. Publicidad.
Si nuestra Sociedad de Jóvenes vale la pena, también vale la pena que les digamos a los demás acerca de ella. Nos preguntamos por qué hay tan pocos jóvenes en la reunión, quizás se debe a que no les hemos dicho nada acerca del programa.
A menudo escuchamos el anuncio: “Esta tarde tendremos la Sociedad de Jóvenes, como de costumbre”. Si esto es lo más interesante que tenemos que anunciar, más valdría que nos olvidáramos del asunto.
4. Esfuerzo.
Ningún equipo de fútbol o básquetbol ganara jamás un campeonato sin arduo esfuerzo. Ningún equipo atlético ha ganado jamás un campeonato por casualidad. El éxito se obtiene únicamente gracias al trabajo duro.
En los deportes, el entrenador no hace solo todo el trabajo. Cada miembro del equipo trabaja bien duro, o no permanece por mucho tiempo en el equipo. La reunión tendrá éxito tan solo si estamos listos a pagar el precio: trabajar de veras, y trabajar duro.
5. Puntualidad.
Las buenas reuniones comienzan a tiempo, con todos los miembros presentes. Cuando nos dirigimos a la reunión J.A. para encontrarnos con el Señor, ¿sería correcto hacerlo esperar?
6. Participación.
Ningún programa de jóvenes sobrevivirá por mucho tiempo si el Director es el único que toma parte, o aun si los mismos tres o cuatro jóvenes que toman parte cada semana.
Los mejores programas son aquellos en los cuales participan muchos jóvenes, y los dirigentes J.A. se aseguran de que cada miembro J.A. haga algo en el programa a intervalos regulares. La asistencia y el entusiasmo crecerán de este modo.
7. El programa.
Es la clase de programa lo que determinara si la reunión tendrá éxito o fracasara. Si deseamos que el programa sea interesante y útil, recordemos:
• Que Cristo sea el centro de cada reunión.
• Los programas no deben ser siempre los mismos.
• Las pausas prolongadas dentro del programa hacen que la reunión fracase.
• Si bien los factores principales son el tono espiritual y el propósito, no debemos ignorar que existe la necesidad de hacer nuestras reuniones tan interesantes, atractivas y brillantes como sea posible.
LA CONDUCCIÓN DE UNA REUNION SATISFACTORIA
1. Ensayo.
La experiencia ha demostrado que los programas que se ensayan son los mejores.
Una hora que se pase ensayando un programa antes de presentarlo hará maravillas en la coordinación de los distintos pasos y revelara también las zonas débiles.
¿Qué se debe ensayar? Todo. El ensayo ayuda a que cada uno se sienta más cómodo y permite que el organizador tenga la oportunidad de hacer sugestiones para obtener mejoras.
2. Instruya a los participantes acerca de su papel.
Antes del programa, deles las instrucciones necesaria que les indique lo que deseen hacer. Incluya en ellas las siguientes:
• No permiten que haya momentos de espera después que se anuncien las diversas partes.
• Que no afinen su instrumento musical a última hora.
• Que hablen con vigor y entusiasmo, que no pidan disculpas.
• Que haya suficientes himnarios para todos.
• Que hablen en voz alta, de modo que todos puedan oírlos.
3. Comience a tiempo.
¿Creemos nosotros que la escuela tiene importancia, nuestro trabajo también es importante, y nuestras citas con nuestros amigos, pero que nuestro encuentro con el Señor no tiene importancia?
Nuestras reuniones serán necesariamente mejores si nos adherimos con fidelidad al horario de comienzo.
4. Varíe el Orden.
Demasiadas reuniones J.A, son terriblemente aburridoras y poco interesantes. Una de las principales razones es que hemos caído en una rutina mortífera.
Es necesario llevar a cabo dos cosas:
• Variar el contenido de las reuniones.
• Variar el orden del programa.
5. Que los participantes se sienten en los asientos delanteros.
• Use con preferencia a los jóvenes.
• Siga la siguiente regla sin desviaciones: que todos los que toman parte en cualquier programa se sienten al frente; ya sea en el primer asiento, frente al dirigente, o detrás de este, enfrentando al público.
6. No permita que el ritmo del programa se estanque.
Uno de los secretos de una reunión de éxito es “mantener las cosas moviéndose”. No permita que ocurra ninguna interrupción aburridora. No permita que ninguna de los aspectos del programa se haga tan largo que todos los presentes se aburran y se cansen. No deje que nadie tenga tiempo para preguntarse qué es lo que va a suceder a continuación.
7. Termine a tiempo.
Algunas reuniones debieran terminar mucho antes de que alguien sienta la necesidad de salir de la reunión e irse a casa. Termine el programa en cuanto haya recorrido el terreno que anticipaba, aunque sea todavía temprano. Es mejor que la reunión sea corta y agradable antes que interesante pero cansadora.
LA NOTA TONICA ES LA VARIANTE
1. Varíe el tipo de programa.
Si Ud. Desea darle a su Sociedad de Jóvenes una verdadera inyección de emergencia, limítese a variar el tipo de reunión. No presente todas las semanas un orador invitado.
En cambio, procure obtener variedad en lo que se refiere a las clases de reuniones.
Sugerencias: discusiones en grupos, mesas redondas, tribuna pública, presentaciones ilustradas con dibujos a gis, diálogos, videos, lecciones objetivas, buzón de preguntas, programas musicales, cuestionarios, debates.
2. Varié el orden.
Para obtener variedad y nuevo interés, comience con:
• Un solo vocal, sin anunciarlo
• Una lectura , sin anunciarla
• Lectura bíblica, sin ser anunciada
• Un corto dialogo
• Una discusión.
Aunque la mayor parte de los elementos del programa sean comunes y se repitan todas las semanas, por lo menos cambie el orden. Un poco de suspenso acerca de lo que viene a continuación, ayudara a que cualquier reunión evite caer en el surco de la rutina.
3. Varié la música.
• Cante una variedad de himnos durante cierto tiempo; no se limite a cantar los mismos favoritos cada semana.
• Aprenda nuevos cantos y coros.
• Use coritos e himnos.
• Use algunos cantos marciales y llenos de entusiasmo, además de cantos Devocionales.
• Ocasionalmente haga que las muchachas canten una estrofa, luego los muchachos, o la mitad de los asistentes y luego la otra mitad.
• En su música especial, use instrumentalistas, dúos, tríos y cuartetos además de solistas.
• Use algunos relatos referentes a himnos en conexión con la sección musical del programa.
4. Varié la lectura bíblica.
• Un lector
• Lectura bíblica en grupo, en la cual tres o cuatro leen de la Escritura, cada uno un versículo a la vez.
• Lectura antifonal.
• Recitación de un pasaje de memoria.
5. Varié el tiempo de la oración.
Esta es la parte del programa que con mayor frecuencia amenaza caer en un surco rutinario. Si el espíritu de los momentos de oración de su programa no cae bajo el embate del ritualismo, puede rápidamente ser aplastado por la rutina.
6. Varié los anuncios.
• Pequeñas presentaciones publicitarias que contengan humor.
• Interrupciones planeadas.
• Avisos cantados.
• Un corto mensaje ilustrado con dibujos a tiza.
• Una pantomima.
• Preguntas y respuestas.
7. Varié las presentaciones del mensaje.
• Una transmisión de radio o televisión.
• Ayudas audiovisuales.
• Varias partes presentadas por más de una persona.
• Entrevistas.
• Noticiarios.
• Monólogos y diálogos.
• Formas diversas de discusión.
La variedad constituye la nota tónica de una nueva medida de éxito y bendición en las reuniones de la Sociedad de Jóvenes. Aproveche las oportunidades que le ofrece.
Responsabilidades del Líder de la Sociedad de JA
Ahora que ya está familiarizado con la historia e ideales, necesita saber cuáles son las responsabilidades de un líder de JA. Primero, y lo más importante, necesita saber que esto es algo que no puede hacer solo. La comisión de JA* provee la mayoría del apoyo y seguimiento que hará que su sociedad sea exitoso. He aquí lo que un líder de JA deberá saber:
• Llegar a conocer a fondo los planes del Departamento de Jóvenes de la Asociación.
• Mantenerse en contacto con su director del departamento de jóvenes de la Asociación.
• Mantenerse en contacto con otras iglesias para ver que funciona para ellos.
• Planear reuniones regulares de la comisión.
• Planear la agenda con aportaciones de líderes asociados y de la secretaria.
• Tener planes específicos para presentar a la comisión.
• Asignar funciones de liderazgo a otros con el objetivo de implementar planes y completar proyectos.
• Tener un conocimiento general de los deberes de cada oficial de la sociedad.
• Presidir en las reuniones de la SJA.
• Dirigir el grupo de oración de los oficiales.
• Ser un miembro oficial en todos los grupos de trabajo, y como tal, visitar y participar en sus actividades como fuera posible.
• Personalmente visitar a aquellos que intermitentemente asisten a las reuniones de JA o hacer arreglos para que otro oficial los visite.
• Mantenerse en contacto cercano con el Anciano Asesor de la SJA.
• Servir como miembro de la junta de iglesia.
• Mantener un contacto cooperativo y amistoso con el pastor y ancianos de tu iglesia.
• Cooperar, al final de tu plazo en todas las formas posibles, en asistir al líder entrante de la SJA
*En algunas iglesias se llama el Comité Ejecutivo de la Sociedad de Jóvenes Adventistas.