Haz una lista de prospectos...
Es probable que conozcas un buen número de personas que apreciarían un gesto de bondad. Puedes comenzar en tu propia iglesia, o alguna otra iglesia de tu distrito. ¿Conoces a un estudiante universitario que esté atravesando por situaciones difíciles? ¿Qué tal alguien que acaba de enviudar después de 30 años de matrimonio? ¿Alguna mujer que se esté estrenando como mamá? ¿Alguna pareja de recién casados? ¿Algún adolescente? ¿Algún jubilado? ¿El pastor y su familia? A menudo pasamos por alto las oportunidades que están en nuestro patio por buscar más allá de nuestra cerca.
Identifica necesidades reales
No tiene que ser una necesidad muy grande, sólo una necesidad. Mantén la puerta abierta para que pase una señora con su carriola. Comparte tu sombrilla con un adulto mayor que camina hacia su auto. La próxima vez que estés horneando un pay de manzana, haz uno más pequeño para la viuda que vive en tu misma cuadra. Necesidades hay en todas partes. Simplemente tenemos que mantener los ojos y los oídos abiertos.
Busca más lo significativo que lo económico.
Las obras piadosas no tienen que perjudicar nuestro bolsillo. Las expresiones de afecto o gratitud pueden estar entre los actos más significativos y memorables de todos los actos de bondad. Una llamada telefónica sólo para decir: “hola”, un saludo amistoso, unos minutos más de tu atención. Estos gestos son gratuitos, pero profundamente valiosos. En esencia, te estás dando como regalo.
Prepara los elementos necesarios para un “acto de bondad”
El hecho de que un acto de bondad se realice al azar, no significa que tiene que ser espontáneo. Prepárate con los elementos necesarios para aprovechar al máximo el momento.
Establece metas
Usando tu lista de prospectos, anota algunas metas realistas y específicas sobre el número y tipos de actos de bondad que deseas realizar. Tus metas te ayudarán también a determinar los elementos que necesitas para el acto de bondad. Ten cuidado de no comprometer más del tiempo o de los recursos que dispones, para que no te veas afectado en tu salud o en tu economía. Estás tratando de desarrollar el hábito permanente de actos de bondad. Recuerda, es un maratón, no una carrera.
¡Que sea una actividad grupal!
Existen varias buenas razones para involucrar a otros. Es una gran oportunidad de estrechar los lazos fraternales y hacer nuevos amigos. Puedes aprovechar las habilidades y capacidades de cada uno. Pueden hacerse mutuamente responsables. Y, por último, ¡es divertido!
Toma algunos ejemplos de la Biblia
En la Biblia podemos encontrar registrados algunos actos de bondad: la confección de ropa, ofrecer alimentos y agua, llevar una carga, la hospitalidad y palabras de aliento. Por supuesto, lo más importante es compartir las buenas nuevas de salvación: Jesucristo. La Palabra de Dios inspira, guía y nos exhorta a las buenas obras.