Dos años de la pandemia del COVID-19 han producido muchos desafíos a los ministerios de jóvenes de la Iglesia Adventista en la región Mexicana del Sureste, a saber, la posibilidad de que cientos de clubes de Conquistadores estén cerrados.
“Las cifras han pasado de poco más de mil clubes a setecientos”, dijo Víctor Martínez, director de ministerios jóvenes de la Iglesia Adventista en la región Mexicana del Sureste. Esa disminución del treinta por ciento, nunca antes vista en las 1226 iglesias y congregaciones de esa unión, alarmó a los líderes de ministerios jóvenes de todo el territorio.
Descubrimos que la deserción de clubes se debió a que los directores de algunas de las regiones no estaban preparados para usar Zoom y las herramientas tecnológicas, y muchos de los niños no tenían acceso a Internet”, dijo Martínez. Los líderes de ministerios jóvenes de cada asociación comenzaron a buscar estrategias para alcanzar mejor a muchos de los clubes que estaban en decadencia, dijo. “Se involucró a más líderes de Conquistadores con acceso a Zoom que pudieran filmar las clases de especialidades, de manera de alcanzar a los miembros de los clubes allí donde estuvieran”. Cuando algunas de las actividades comenzar a llevarse a cabo al aire libre una vez que las regulaciones se flexibilizaron el año pasado, las cosas comenzaron a mejorar.
A medida que los encuentros se hicieron más posibles en 2021, los clubes comenzaron lentamente a reunirse otra vez. Hace poco, los líderes de la iglesia aprovecharon la oportunidad de lanzar esfuerzos más sólidos para fortalecer a los líderes de ministerios jóvenes que supervisan los clubes y las actividades misioneras de jóvenes cada semana, expresó.
“Quisimos comenzar el 2022 con una mejor atención a los clubes, brindando capacitación para el liderazgo a todos los directores de ministerios jóvenes, lo que incluye las áreas enfocadas en niños de edad de Conquistadores y Aventureros”, explicó Martínez. “Sabemos que estos clubes representan la mejor escuela de liderazgo para la iglesia local, de manera que ese fue el énfasis principal”.
Sus esfuerzos están funcionando. El número de clubes en operación ha aumentado a 906 desde el año pasado.
El discipulado de los niños y los jóvenes es sumamente importante en toda la región Mexicana del Sureste, porque ellos representan el sesenta por ciento de la feligresía, añadió Martínez. “En tan solo unos pocos años, sabemos que asumirán puestos de responsabilidad a nivel de las iglesias locales”.
Los líderes de ministerios jóvenes redoblaron sus esfuerzos en los últimos seis meses para enfatizar lo que han denominado como “I Will Go por Jesús”, una iniciativa diseñada para motivar y llevar a los jóvenes hacia una comunión más profunda con Cristo y a desarrollar un estilo de vida cristiano con una identidad más sólida sobre la capacitación en discipulado, dijo Martínez. Implica pertenecer a Cristo, lo que significa cultivar una vida de oración, estudio de la Biblia y testificación allí donde se encuentran, añadió.
Un evento regional reciente reunió a más de setecientos Conquistadores en Playas del Carmen, en Quintana Roo. Los Conquistadores se dedicaron a alabar, estudiar la Biblia y reflexionar en el Gran Chasco de 1844 que enfrentaron los adventistas del séptimo día. Los Conquistadores presentes fueron tan solo una fracción de los casi tres mil miembros en la región de Quintana Roo Norte, que siguieron el evento en línea desde sus hogares.
El pastor Andrés Peralta, director asociado de ministerios jóvenes de la Iglesia Adventista mundial, se dirigió a los jóvenes para que busquen a sus compañeros que han dejado sus clubes. “Dios quiere restaurar la vida de Conquistadores; él quiere brindar salvación, sanando y transformándolos”, dijo Peralta.
El encuentro fue un evento muy importante para que los Conquistadores sepan, allí en Quintana Roo y en el resto del territorio de la unión, que son valiosos y fuertes más allá de las circunstancias que han enfrentado, dijo Martínez.
Fuente: División Interamericana de los Adventistas del Séptimo Día