División Interamericana promueve plantar Iglesias Amigables (Emergentes): «El objetivo es que se todos se sientan cómodos»
La División Interamericana de los Adventistas del Séptimo Día [1], se ha convertido en la primera de la región, que pretende abiertamente para el 2024 que las nuevas congregaciones locales busquen adoptar un estilo de culto basado en el modelo de las populares «Iglesias Amigables o Emergentes».
¿Qué hace tan diferente a las «Iglesias Amigables (Emergentes)»? Durante el servicio de adoración de cada sábado, el formato de la Escuela Sabática y Culto Divino no es el mismo (en muchos casos desaparece). Las reuniones se hacen fuera del templo. No hay emblema o logotipo que identifique a la Iglesia Adventista del Séptimo Día por ninguna parte. Hay música secular y actividades con temas superficiales que buscan «que todo aquel que se una sienta un ambiente confortable y acogedor».
Hiram Ruiz, director de Ministerios Universitarios y Jóvenes Profesionales de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, declara a través del articulo que actualmente existe una «necesidad de hablar y escuchar cosas espirituales, sin que la música o la vestimenta sea el foco principal». De hecho, para toda la red de pastores involucrados de Interamérica, la misión es que todos los que asistan, que en su mayoría son jóvenes, no se sientan juzgados por lo que «hagan o como se vean». En pocas palabras, no hay un llamado para el arrepentimiento y cambios de hábitos, sólo basta que el grupo crezca y entreguen fielmente sus diezmos y ofrendas.
Según el informe dado por la División Interamericana, hay diez congregaciones completas de este tipo en México, Panamá, Colombia y El Salvador. Pastores seleccionados por sus Uniones correspondientes, están siendo capacitados para un trabajo que atenta frontalmente contra los principios bíblicos y entierra la identidad global y profética de la Iglesia Adventista del Séptimo Día.
¡ICEBERG A LA VISTA!
La Iglesia Adventista del Séptimo Día - Distrito Comunitario, ubicada en la localidad de Washington D. C, es un ejemplo clave para entender la transformación que hacen las corrientes «amigables y emergentes». En esa congregación liderada por una pastora de nombre Joanne Cortes, optaron por diseñar un nuevo logotipo, hay música pop, jazz, rock (y sus derivados), los feligreses bailan, celebran Halloween, aprueban el matrimonio gay, no existe la predicación de Apocalipsis 14, desprecian el don de Profecía manifestado en Elena G, de White, se permiten los tatuajes, el uso de aretes, piercing y cualquier accesorio o indumentaria, como que el templo, un lugar para encontrase con Dios, se tratará de un estadio de fútbol o una discoteca [2].
UNA VERDAD A MEDIAS SIEMPRE SERÁ UNA MENTIRA
La misión que Jesús encomendó a su iglesia es «Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura» (Mateo 28:19). Sin embargo, el éxito de esta gran obra no dependerá de métodos carnales. Tristemente, estamos en una época en donde a nuestros pastores y dirigentes les precisa más alcanzar la meta mensual de bautismos y diezmos sin importar las estrategias utilizadas. «Todos son perros mudos que no pueden ladrar, soñadores acostados, amigos de dormir; y los perros son voraces, no se sacian. Y ellos son pastores que no saben entender; todos se han apartado por su camino, cada cual, hasta el último, busca su propia ganancia» (Isaías 56:10-12).
Lamentablemente, nuestros lideres han convertido el mensaje de salvación en una cueva de negocios a costa de mantener al pueblo de Dios en un estado de ignorancia y embriaguez espiritual. En vez de hacer un llamado a «Salir de Babilonia», estamos pareciéndonos más a ella (Apocalipsis 18:4). Elena G, de White, inspirada por Dios, ya había recibido innumerables advertencias sobre los peligros que ahora nuestra iglesia esta afrontando:
«Si rebajáis las normas para aseguraros de la popularidad y el aumento en número, y luego os regocijáis por este incremento, manifestáis una gran ceguera. Si los números fueran evidencia del éxito, Satanás podría reclamar la preeminencia, porque en este mundo sus seguidores constituyen la mayoría [...] Es la virtud, la inteligencia y la devoción de la gente que integra nuestras iglesias, y no sus números, lo que debiera ser causa de gozo y de gratitud». (Testimonios para la Iglesia, Tomo 5, página 30).
«El enemigo de las almas ha procurado introducir la suposición de que había de realizarse una gran reforma entre los adventistas del séptimo día, y que esa reforma consistiría en renunciar a las doctrinas que están en pie como las columnas de nuestra fe y que había de comenzar un proceso de reorganización. Si se efectuara esta reforma, ¿qué resultaría? Los principios de verdad que Dios en su sabiduría ha dado a la iglesia remanente serían descartados. Sería cambiada nuestra religión. Los principios fundamentales que han sostenido la obra durante los últimos cincuenta años serían considerados como error. Se establecería una nueva organización. Se escribirían libros de una nueva orientación. Se introduciría un sistema de filosofía intelectual. Los fundadores de ese sistema irían a las ciudades y harían una obra maravillosa. Por supuesto, se tendría poco en cuenta el sábado y también al Dios que lo creó. No se permitiría que nada se interpusiera en el camino del nuevo movimiento. Los dirigentes enseñarían que la virtud es mejor que el vicio, pero habiendo puesto de lado a Dios, resolverían depender del poder humano, que no tiene valor sin Dios. Su fundamento estaría edificado sobre la arena, y la tormenta y la tempestad barrerían la estructura». (Mensajes Selectos, Tomo 1, página 238).
«Pueden los falsos maestros parecer muy celosos por la obra de Dios, y gastar recursos en presentar sus teorías al mundo y a la iglesia; pero como mezclan el error con la verdad, su mensaje es engañoso, y extraviará las almas por senderos falsos. Es necesario hacerles frente y oponérseles, no porque sean hombres malos, sino porque enseñan errores y procuran poner sobre la mentira el sello de la verdad» (Joya de los Testimonios, Tomo 2, página 359).
«¡Dios nos ayude a seguir dando voz de alarma y a mantenernos bajo la dirección correcta!
“¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios» (Santiago 4:4).
Fuente:
Redacción por Jonathan Tobías / Editor de Baluarte
División Interamericana de los Adventistas del Séptimo Día.