La Iglesia Adventista del Séptimo Día de Beiseker, un lugar histórico de Canadá, se convirtió en el último objetivo de un incendio provocado, según un reciente artículo del Calgary Herald. La Real Policía Montada de Canadá (RCMP) de la división Rural Integrada de Airdrie ha abierto una investigación tras el incidente en el que la apreciada iglesia, fundada en 1945, sucumbió a las llamas.
El incendio, declarado en Range Road 242, a unos tres kilómetros al oeste de la intersección de las carreteras 9 y 21, arrasó la iglesia a primera hora del 20 de diciembre. A pesar de la rápida intervención de los bomberos de Rockyford, que recibieron la llamada de socorro sobre las 6 de la mañana, el edificio estaba en llamas a su llegada.
Para controlar las llamas fue necesario un esfuerzo conjunto de más de 35 bomberos, que contaron con el apoyo de unidades de los bomberos de Rosebud, Wheatland West y Dalum. Los equipos trabajaron sin descanso durante más de 11 horas en el lugar de los hechos. Por desgracia, la iglesia no pudo ser rescatada y quedó completamente destruida.
Posteriormente, un perito de bomberos del condado de Rocky View confirmó que el incendio había sido provocado. Esta revelación conmocionó profundamente a la comunidad local, cuyos feligreses visitaron el lugar para presenciar las secuelas de la destrucción. El subjefe Darcy Burke reflexionó sobre la respuesta de la comunidad, señalando la importancia de la iglesia como centro comunitario, especialmente durante las fiestas navideñas, lo que hace que la pérdida sea aún más profunda.
El incendio de la iglesia de Beiseker forma parte de una preocupante tendencia de incendios provocados en iglesias de Alberta. El 7 de diciembre, dos iglesias de Barrhead, localidad situada al noroeste de Edmonton, ardieron en distintos incidentes, y el 17 de diciembre un incendio arrasó una iglesia de Janvier.