Siete adventistas fueron asesinados en un ataque nocturno en el norte de Camerún, lo que representa la más seria pérdida de vida que la iglesia ha sufrido desde que militantes de Boko Haram se embarcaron en una violenta campaña para establecer un estricto estado musulmán en África hace unos cinco años.
El pasado jueves 15 de septiembre, hombres fuertemente armados ingresaron a eso de las 23.00 a la aldea de Aïsa Harde, ubicada a once kilómetros al este de Mora, la capital de la región. Los militantes ingresaron por la fuerza a los hogares y mataron al menos a nueve personas, incluidos los siete adventistas, dijo Richard Hendjena, líder de la Iglesia Adventista en el norte de Camerún.
Los anónimos atacantes también quemaron tiendas comerciales, lo que produjo significativas pérdidas materiales, dijo Hendjena el viernes en una declaración dada a conocer por la División de África Centro Occidental de la Iglesia Adventista, que incluye a Camerún.
Boko Haram, que ha estado luchando en la zona fronteriza entre Camerún, Chad y Nigeria, no ha aducido responsabilidad por las matanzas del 17 de septiembre, pero la incursión sigue el patrón del grupo, que comenzó a organizar ataques en Camerún en parte como respuesta a la decisión del país de unir fuerzas con sus vecinos para hacer frente a los militantes.
Boko Haram ha asesinado a más de cuatrocientas personas en Camerún desde el año pasado, y a otras miles en otros países, según organizaciones de los derechos humanos. Entre los muertos hubo seis adventistas que perdieron la vida hace unos meses en un ataque en Maiduguri, capital del estado de Borno, en Nigeria, dijeron los líderes de la iglesia.