El Estado de Israel, reconocido oficialmente en 1948 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), es un territorio que se transformó en motivo de bastante controversia, principalmente por cuenta de los conflictos entre árabes y judíos.
La obra adventista comenzó en esa región mucho tiempo antes, en 1898 (con la llegada del primer adventista en la región), pero Israel tuvo, por mucho tiempo dentro de la organización adventista, el estatus de una misión. Desde 2012, no obstante, Israel pasó a ser un campo, otro tipo de región administrativa adventista, esta vez ligado directamente a la Asociación General de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. La Agencia Adventista Sudamericana de Noticias (ASN) conversó con el pastor Magdiel Pérez, asistente de la presidencia y presidente de la Comisión Directiva responsable en la Asociación General de administrar Israel. El presidente del Campo, sin embargo, es el pastor Roger Robertsen. Pérez habla sobre la realidad adventista actual en el país, los desafíos y relata historias de conversión al cristianismo en un lugar donde otras grandes religiones son mayoritarias.
ASN – ¿Cuál es la realidad de la Iglesia Adventista en Israel? ¿Cuántos miembros y pastores?
Pastor Magdiel Pérez – Son 710 miembros que se congregan en 20 lugares diferentes (iglesias y congregaciones). Hay siete pastores y un capellán que trabaja con un presupuesto de 25% para estudiantes.
ASN – ¿Hace cuánto tiempo que la iglesia existe en el país oficialmente y cuáles son los mayores desafíos?
MP – La obra comenzó en Israel alrededor del año 1898. Los mayores desafíos son: diferentes grupos étnicos, lenguaje, diferentes grupos nacionales dentro y fuera de la iglesia combinado con la situación tensa entre los árabes y judíos. Es imperativo que la Iglesia Adventista desarrolle una estrategia especial para compartir el mensaje de esperanza en una región que tiene dificultad para aceptar el cristianismo.
ASN – ¿Cuáles son los proyectos principales desarrollados por la iglesia en esta región?
Magdiel – Tenemos dos posadas que alojan a visitantes de la iglesia y amigos de la iglesia que viajan a Israel y que son un centro de influencia. Tenemos la sede de la iglesia para Israel, tenemos centros sociales y comunitarios o llamados centros de vida y esperanza (Life Hope Centers) en Jerusalén, Nazaret y Haifa. Los trabajos con conquistadores y jóvenes han crecido, pero todavía está lejos de lo que nos gustaría y el trabajo del Ministerio de Publicaciones en hebreo se está desarrollando.
ASN – El hecho de que el país está envuelto en una guerra constante es complicado para la iglesia local. ¿Cómo ha ayudado la iglesia mundial en este sentido?
Magdiel – Las noticias que circulan alrededor del mundo tornan la situación peor de lo que realmente es. Si hablamos en general, Israel es un lugar bastante seguro para vivir y visitar. Los peligros que Israel tiene son comparables a los peligros de otros tipos que muchos otros países tienen. La iglesia ha aprendido a vivir con las situaciones y nuestros miembros enfrentan las situaciones diariamente confiados en el Señor. Hay situaciones peligrosas que suceden en los países que están “en paz” y que son mucho más difíciles de lo que Israel enfrenta. Todo depende de la manera como los medios de información presentan las noticias. Una persona apuñalada en Jerusalén se transforma en una noticia mundial y diez personas apuñaladas en San Pablo, por ejemplo, no son tan relevantes en el noticiero principal. La situación financiera de la iglesia es muy complicada, en general la hermandad no tiene muchos recursos financieros por el hecho de que casi todos son inmigrantes judíos que vienen de otras partes del mundo. Casi no tenemos predios propios, alquilamos la mayor parte, pero ahora comenzamos un proyecto para comprar algunos lugares de reunión que hemos denominado el proyecto Las 7 Iglesias de Israel.
– ¿Podría contarnos alguna historia interesante sobre conversión al evangelio?
Magdiel – Tenemos varias historias lindas para contar. Una de las más impresionantes es la del pastor Wassim. Existen varias organizaciones que hacen muy difícil la vida de un judío que se vuelve cristiano y acepta a Jesús como el Mesías. Tenemos varios hermanos que no van a la iglesia porque pueden perder algunos de sus derechos y ser enviados de vuelta a su país de origen (judíos rusos, rumanos, latinos, etc.). Otros que tienen interés en los asuntos de la Biblia son acusados por los parientes y hasta por organizaciones religiosas del estado israelí. Entre los musulmanes la situación es todavía peor. La iglesia terminó ahora de contratar a un exmusulmán como pastor y director de los centros de vida y esperanza de Jerusalén y Nazaret. Antes de convertirse, su hermana fue a Europa y se convirtió al adventismo y la familia de él le pidió a él que fuese hasta Europa y la asesinara por haberse convertido. Él fue con esa intención, pero providencialmente primero decidió ir a estudiar inglés y allí conoció la Iglesia. Y por años él escapó de la familia. Un día, cuando decidió volver para ver al padre, la madre y la familia, fue apedreado dos veces por la propia familia y dado por muerto. Milagrosamente sobrevivió, completó los estudios de Teología y ahora trabaja en el mismo lugar donde fue apedreado. El padre, antes de morir, pidió a la familia que lo perdonasen.
El sábado 6 de febrero tuvimos un bautismo de dos mujeres en el Río Jordán y ambas eran musulmanas. Son varias las personas que están estudiando la Biblia y estamos ansiosos de ver el trabajo con aquellos que no conocen a Jesús.
Fuente: Agencia Adventista Sudamericana de Noticias