Los efectos del huracán Matthew no terminan y aumentan en Haití, uno de los países más pobres del planeta, que ya sufrió un terremoto devastador en 2010. Una información estimativa habla de 877 muertos hasta ahora.
La isla caribeña es el país más afectado por la tormenta que llegó a la categoría cuatro. Cerca de 30 mil personas están en refugios improvisados en 12 municipios de la región y cerca de 10 mil están sin abrigo. Ya se registraron muchos relatos de contaminación por cólera. Los vientos causados por el huracán llegaron a 120 kilómetros por hora.
La agencia humanitaria adventista, ADRA Haití actúa en la región de Carrefour. Allí la agencia provee agua, alimentos y kits de higiene para cerca de 800 familias en las áreas más afectadas del sur. Según el director de ADRA Haití, Fritz Bissereth, se están haciendo tratativas con entidades de Canadá, por ejemplo, para garantizar 25 mil litros de agua potable para las víctimas en la parte sur del país. Bissereth comentó que “Dios protegió al equipo de ADRA para que continúe ayudando a las poblaciones más vulnerables y necesitadas durante ese período difícil, pues Dios es bueno”.
Apoyo en Cuba y Bahamas
El paso del huracán por otras regiones preocupa también. Es el caso de Cuba. El pastor Aldo Pérez, presidente de la Iglesia Adventista en Cuba, dijo que centenares de personas buscan refugio en la congregación de Baracoa. La iglesia con capacidad para 500 miembros fue construida por Maranatha Internacional en los años 90. La construcción tiene muros de concreto y un techo sólido. “Estamos agradecidos porque esa construcción de la iglesia puede servir como refugio para muchas personas de la comunidad”, afirma Pérez.
La iglesia en Maisi, una de las regiones rurales más afectadas, sufrió la furia del huracán Matthew. “Estamos agradecidos a la Iglesia Adventista en Maisi que atendía a personas refugiadas entre las decenas de la comunidad antes del paso del huracán”, dijo Pérez. La iglesia recientemente fue estructurada para soportar vientos con fuerza de huracán.
El director de ADRA en Cuba, Daniel Pino, viajó mil km de La Habana a Santiago de Cuba a fin de llevar ropa y suministros para distribuir en los lugares.
También en Nassau, en las Bahamas, llegaron los efectos del huracán. La Iglesia Adventista Hillview, en Nassau, cobijó a decenas de personas durante la tormenta. Leonardo Rahming, director de ADRA para la región atlántica del Caribe, salió para verificar los daños en Nassau, Bahamas, pero las líneas eléctricas afectadas, las inundaciones y los obstáculos en las carreteras hicieron difícil el traslado.
Expresamos nuestra simpatía a los ciudadanos que viven en las áreas afectadas por el huracán”, comentó el presidente de la Iglesia Adventista en América Central y Caribe, pastor Israel Leito. El presidente mundial de la Iglesia Adventista, pastor Ted Wilson, comentó que hicieron una pausa en las reuniones mundiales adventistas para orar en favor de las víctimas.
El pastor Erton Köhler, presidente de la Iglesia Adventista en ocho países sudamericanos comentó: “es importante mencionar que como iglesia en el territorio de la División Sudamericana nos solidarizamos con el sufrimiento de nuestros hermanos y de la comunidad en Haití, que fue tan afectada por calamidades en los últimos años. Estamos orando, recibiendo donaciones para enviarles y también donando de nuestros propios recursos como iglesia para aliviar el sufrimiento de los habitantes de ese país. Todos somos hijos del mismo Dios y miembros de una misma familia. Cuando parte de la familia sufre, todos sufrimos, por eso este es un momento para unirnos porque juntos podemos hacer más”, afirma Köhler.