Gary Blanchard. Este es el nombre del líder mundial de jóvenes de la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Gary, nacido en Portland (Maine, Estados Unidos) está casado con Erica Blanchard. De esta unión nacieron Gary Jr., de 20 años; Ben, de 19 años; y Sierra, de 17. La familia tiene un perrito llamado Hank.
En entrevista vía correo electrónico, al corresponsal de la Agencia Adventista Sudamericana de Noticias (ASN), Blanchard, desde los Estados Unidos, habla sobre su ministerio, el perfil del joven adventista, el Día Mundial del Joven Adventista, Un Año en Misión, entre otros temas. En cuanto a su sueño, Blanchard dice que le gustaría ver “un ejército de jóvenes que refleje el amor de Cristo en sus palabras y acciones para que otros sean atraídos a Cristo por medio de ellos y que también reflejen a Cristo”. El líder también desea ver este ejército “correctamente capacitado para compartir las buenas nuevas a través de estudios bíblicos, reuniones evangelísticas, plantío de iglesias y trabajo misionero”.
¿Cuántos jóvenes adventistas hay en el mundo? ¿Dónde viven y qué hacen? ¿Conoce el perfil del joven adventista?
Recientemente supe que hay siete millones de jóvenes en la Iglesia Adventista del Séptimo Día. Claro, ese número depende de nuestra definición de “joven”. Pero este es el número que me dieron.
Estoy muy impresionado con el énfasis de la Iglesia en la participación de los jóvenes en misión alrededor del mundo. En todas nuestras divisiones hay jóvenes dedicando un año de sus vidas para servir en el programa One Year in Mission (Un Año en Misión).
Este programa es para jóvenes profesionales que quieren dar un año de sus vidas para socializar, simpatizar, servir y compartir el amor de Jesús con las personas en sus ciudades (ciudades objetivos preestablecidos). Estoy orando para que Dios continúe levantando un ejército de jóvenes misioneros y los envíe a todas partes del mundo. Curiosamente, unos pocos años atrás, luego de que mis padres fueran bautizados, ellos fueron al Instituto de Misión de la Universidad de Andrews. Allí los capacitaron para ser misioneros. Nuestra familia fue entonces a Malawi, en África y sirvió allí por algunos años. Así, la importancia del trabajo misionero fue gradualmente inculcada en mi corazón desde la infancia.
Los pastores que lo antecedieron construyeron una fuerte estructura que tiene como principal programa anual el Global Youth Day (Día Mundial del Joven Adventista). ¿Cómo dará continuación al trabajo y al GYD? ¿Qué cosas quisiera innovar y qué cosas quisiera mantener en el Ministerio Joven?
Continuaré con todo mi corazón apoyando esta iniciativa que ha unido a la juventud adventista alrededor del mundo, y hecho mucho bien a nuestras comunidades locales y al nombre de nuestra Iglesia. También me gustaría animar a toda iglesia local, asociación, unión y división a hacer lo mismo. Algunos pueden no saber, pero el departamento de Ministerio Joven de la sede mundial adventista (Asociación General) también provee recursos para una semana de oración (semana de exposiciones bíblicas especiales) antes o después del Global Youth Day, o el Día Mundial del Joven Adventista. Esto es importante porque anima a los jóvenes a sumar un componente espiritual al servicio comunitario.
Hablando especialmente de One Year in Mission, ¿cree que este programa puede tener un alcance aún mayor?
Recientemente visité la sede sudamericana adventista (División Sudamericana) y quedé deslumbrado con el programa Un Año en Misión hecho allí ¡Los jóvenes están tan felices y apasionados por Jesús! Cuando le conté a mi hijo Gary Jr. sobre eso, él me dijo: “Papá, quiero sumarme a ellos”. Entonces el planea hacerlo (si Dios lo permite) en un mes. Sé que la misma vibración está ocurriendo en otras divisiones también.
Para que (el proyecto) Un Año en Misión se convierta en un movimiento global por estos lugares, necesita tener un llamad que venga desde abajo. En otras palabras, los jóvenes y líderes locales de la iglesia necesitan pedir que sus campos (asociaciones, uniones y divisiones) providencien un programa “Un Año en Misión” y aumente los que ya tiene. Si es necesario, los jóvenes deberían viajar a otro país y experimentar por sí mismos. Entonces, volverán y participarán junto a sus líderes de jóvenes de la creación de un programa “Un Año en Misión” propio. Esto no debería ser difícil, considerando que nuestros líderes de las divisiones dan mucho apoyo. Cuando los jóvenes son misioneros, son misioneros para toda la vida. ¡Cada joven alrededor del mundo es llamado a ser un misionero para Jesús!
¿Cómo convertir las acciones del Ministerio Joven de la Iglesia Adventista en acciones realmente relevantes para un universo de jóvenes hiperconectados, y muchas veces escépticos en relación a instituciones como la Iglesia?
Los jóvenes quieren cambiar el mundo y el “evangelio eterno” del mensaje de los tres ángeles cambia al mundo al cambiar los corazones de las personas. Cuando las personas aprenden de la maravillosa gracia y amor de Dios, manifestado en la cruz, son inspiradas a amarlo también.
1 Juan 4:19 dice: “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero”. Las personas son llevadas a adorar a Dios cuando ellas entienden cuan profundamente Él las ama. Dios llamó a los jóvenes adventistas a experimentar su gracia y, entonces, compartirán esto de corazón, compartiendo la experiencia con otros. Ser adventista del séptimo día significa ser parte de un movimiento global para mostrar a otros un cambio de vida en el amor de Dios.
A la vez, ¿cómo modificar efectivamente una cierta cultura impregnada, especialmente en América del Sur, en la que los líderes más experimentados difícilmente confían en los jóvenes para permitir que vayan al frente y dirijan diferentes acciones? Es más, ¿cómo hacer que los líderes inspiren a los jóvenes a usar sus dones para el avance de su obra?
De acuerdo a mi propia experiencia, la mayoría de los líderes de jóvenes quiere involucrar a los jóvenes en el ministerio. Pero ellos no saben cómo, o se desaniman por la inmadurez de algunos jóvenes. Tengo esperanza de que el primer obstáculo sea removido cuando los líderes de jóvenes alrededor del mundo reciban entrenamiento en nuestro Congreso de Impacto de Líderes, que será realizado en 2018.
El segundo obstáculo puede ser removido cuando los jóvenes mismos presten cuidadosa atención al consejo de Pablo: “Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza” (1 Timoteo 4:12). Perciba que los jóvenes también tienen la responsabilidad de dar el ejemplo.
Yo animaría a cada joven a obedecer a Dios, aun cuando no se sienta apoyado. También me gustaría decirle a nuestros líderes de iglesia que, por favor, no se olviden que esta Iglesia (Adventista) fue iniciada por personas jóvenes, y sabemos, por el Espíritu de profecía, que ellos (los jóvenes) serán extremadamente influyentes en la finalización de la obra.
Esté dispuesto a correr riesgos por sus jóvenes, dándoles oportunidades, pero recuerde que usted necesita “entrenarlos correctamente” para que ellos puedan experimentar el éxito. Aprenda del apóstol Pablo, que discipulaba a jóvenes como Marcos y Timoteo en el ministerio.
¿Qué sueña para los jóvenes adventistas y no adventistas? ¿Qué trae nuevo y especial para los jóvenes?
Sueño con un ejército de jóvenes que refleja el amor de Cristo en sus palabras y acciones, para que otros sean atraídos a Cristo a través de ellos, y también reflejen a Cristo. También sueño con un ejército de jóvenes que sea correctamente entrenado para compartir las buenas nuevas a través de estudios bíblicos, reuniones evangelísticas, plantío de iglesias, trabajo misionero etc. estoy convencido que el trabajo no será terminado por hombres, métodos o dinero, sino por jóvenes debidamente capacitados y llenos del Espíritu Santo. Creo que, así como los huesos secos de Ezequiel, nuestros jóvenes se levantarán para convertirse en un “ejército excesivamente grande” después de haber recibido el Espíritu Santo.
Invito a los jóvenes alrededor del mundo a formar pequeños grupos, orando por el bautismo del Espíritu Santo y usando cada oportunidad que el Espíritu envía para mostrar y hablar del amor de Dios, Particularmente, no me gusta llamar a nadie de no adventista. En lugar de eso, prefiero llamarlo “preadventista”, considerando que muchos están solo esperando ver u oír nuestra misión y mensaje en acción. ¡Ahora es hora de que los jóvenes adventistas vayan con todo para que entonces podamos ir a casa!