Buenos Aires, Argentina… Una mañana como cualquiera de muchas, Florencia Oleinizak (26) y Tiziano (4), madre e hijo, se dirigían al Colegio Adventista de Paraná, provincia de Entre Ríos. En ese momento vieron al “Tano”, un anciano que estaba en situación de calle.
El pequeño decidió con su madre comprar un sándwich y unos bizcochos para el abuelo y entregárselo. Desde ese momento hablaron y forjaron un lazo único. Tiziano, decidido a ayudarlo, lo buscaba constantemente hasta que un día el abuelito no apareció más donde siempre estaba.
Tras una búsqueda intensa de dos semanas, lo encontraron. A partir de allí, toda la familia estuvo dispuesta a ayudarlo y a no perder el contacto nunca más. Florencia junto a su marido y Tiziano lo higienizaron, curaron, le dieron de comer, le prestaron ropa y hasta le cortaron el pelo.
“Se llevan tan bien que conversan como si fueran amigos de siempre”, dice Florencia respecto de la relación que llevan “Tizi” y el “Tano”. “Son como amigos, inseparables”.
Y como si fuera poco, el amor y la solidaridad de este pequeño no disminuyen por su enfermedad. Tiziano atraviesa una situación difícil de salud. A los cinco meses de haber nacido le diagnosticaron Glioma; tumores en los nervios ópticos. Durante años recibió tratamientos pero no han podido encontrar la solución. Por el momento, se controla con resonancia magnética y utiliza lentes para tener una mejor calidad de vida y “está viendo mejor gracias a Dios”, cierra Florencia.
“Cuando uno tiene un hijo enfermo y está alrededor de otros niños se crea otro tipo de vínculos. En las peores situaciones en las que Tiziano estaba enfermo, él les daba cariño a otros niños. Los besaba, los abrazaba. Les decía: Dios te bendiga, Jesús te va a sanar”, destaca la madre.
Como familia cristiana nunca bajaron los brazos. Inclusive a la hora de buscar una educación para su hijo. Ellos decidieron optar por el Colegio Adventista de Paraná que ha sido de mucho respaldo para la familia Heis. “Desde la directora hasta la maestra nos atendieron muy bien y siempre con amor. Son maravillosos todos los que están ahí. Me encanta el compromiso que tienen hacia Tiziano y con todos los chicos. Los apoyan a los familiares y eso es muy positivo para nosotros”, comenta Florencia.
En relación al Colegio Adventista en Paraná, su directora, Liliana Udrizard, destacó que basados en el lema anual ‘El tiempo pasa, los valores permanecen’, la institución decidió sumarse como todas las de la red adventista a los principios de alegría, libertad, solidaridad y gratitud. “En base a esto es que elaboramos distintos proyectos involucrando a niños de sala de 4 años a sexto grado. Se trabaja a nivel aulas, escuela y comunidad”. Además agrega: “Los niños son muy sensibles a las necesidades del otro y eso se vio reflejado en lo que pasó con Tizi y el abuelo Tano. Es de destacar que muchas otras madres están colaborando en forma anónima con este y otros proyectos, en los cuales sus hijos están involucrados”.
La directora de la escuela recalca ejemplos de la Educación Adventista brindada hacia los chicos en dicha institución. Como por ejemplo el proyecto que llevan adelante los alumnos de quinto grado, donde armaron kits de limpieza para personas en situación de calle. “Son cajitas artesanales hechas donde cada niño colocó elementos de higiene personal”, cierra Udrizard.
La Escuela Angelina Vergara Onetto, conocida como la Escuela Adventista de Paraná, en Entre Ríos (Argentina), en calle almafuerte 1599, seguirá abriendo las puertas y brindando educación integral basada en los valores que permanecen para siempre. Valores, como los que refleja Tiziano y que cambian vidas.