En las últimas horas, la Universidad Adventista del Plata (UAP) comunicó, en su página de Facebook, información referida a dos accidentes de tránsito que se cobraron la vida de algunos miembros de la comunidad educativa de la UAP.
El sábado 10 fallecieron la profesora Glenda Bernhardt, Yoselen Bernhardt y Juan Sebastián Dávila, alumno del Nivel Medio.
El domingo 11 perdieron la vida los estudiantes Karen Arroyo (Psicología) y Tomás Leguizamón (Contador), junto a los padres de Karen:
el pastor David Arrollo Arancibia y su esposa Miriam Viviana, junto a su pequeño hijo Santiago.
Memoria
David Arrollo nació el 2 de diciembre de 1961 en Tupiza, Bolivia. Conoció a Dios en Buenos Aires (Argentina) y se bautizó en la iglesia adventista de Liniers, el 6 de febrero de 1982. El 18 de diciembre de 1988 se casó con Miriam Viviana Gadzewiez en la Iglesia de Caseros, Buenos Aires. Llamado por Dios para ser un ministro, se formó como licenciado en Teología en la Universidad Adventista del Plata (UAP). El 17 de mayo de 1993 iniciaron juntos el ministerio pastoral en la Asociación Argentina del Sur. Allí sirvieron durante 16 años en los distritos de Necochea, Caleta Olivia, Zapala, Esquel y Villa Regina. A comienzos del 2009 fueron invitados a trabajar en la Asociación Argentina del Norte. Durante 9 años desarrollaron su ministerio al frente de los distritos de Posadas 2 y Eldorado, ambos en la provincia de Misiones.
Miriam Viviana, oriunda de Capital Federal, se formó como docente en la UAP y sirvió a la iglesia como tal en diferentes instituciones educativas adventistas en el sur y norte del país. Desde el año 2015 se desempeñaba como directora de la Escuela Adventista de Eldorado, donde también su hijo Santiago iba a iniciar el 4º grado.
Ante estas tristes noticias que conmueven a la Institución, informamos que por resolución rectoral, y en memoria de quienes descansan en el Señor, se declaran tres días de duelo institucional, sin suspensión de actividades. El propósito durante estas jornadas es estimular la reflexión respecto del valor de la vida y de la bendición que representan la familia y las amistades, como así también rogar a Dios que su paz llene los corazones de los familiares y amigos que han sufrido estas pérdidas. Que la esperanza del pronto reencuentro con Cristo y con sus amados que descansan en Él los fortalezca en estos momentos de dolor.