1.Preguntas dirigidas
Mire a los ojos de los alumnos, haga preguntas inteligentes y adecuadas y estimulándolos a responder según el conocimiento de cada uno. Recuerde siempre aprovechar las respuestas de los alumnos, incluso cuando no son precisas.
- Lectura en clase
Pida a los alumnos que lean textos bíblicos o fragmentos de la propia Lección de escuela sabática, y pídales que hagan comentarios sobre lo que se ha leído. “¿Cómo se entiende este texto?” . Evite dejar que sólo uno u otro alumno monopolice las lecturas. Si es necesario, especifique una nueva persona para cada lectura, y así garantizar la participación de todos.
- Valorizando la opinión
Agradezca y elogie siempre el comentario de un alumno, e incluso cuando parezca impertinente, hágalo hábilmente encajar en el tema de la Lección, procediendo los debidos ajustes. ¡Maestros experimentados y con buen “juego de cintura” nunca desperdiciarán la buena voluntad de un alumno!
- Recompensas
Utilice el “refuerzo positivo” o el sistema de recompensas, premiando a los alumnos que respondan e interactúan en la clase. Incluso, se puede adoptar un sistema de puntuación para premiación trimestral de los alumnos más participativos. ¿Que tal obsequiar el siguiente folleto de la lección de escuela sabática?
- Métodos y técnicas variadas
Varíe sus métodos y técnicas de enseñanza, no quedando sólo en la exposición oral del contenido, lo que puede hacer que la clase caiga en la monotonía. Utilice recursos visuales (grabados, imágenes, recortes de periódicos o revistas, comentarios de la lección, etc.) y audiovisuales (música, vídeo, dramatización, la lección en powerpoint, etc.) no sólo para sostener la atención de los alumnos, sino para animarlos a la interacción en clase (con comentarios, debates, preguntas, etc.).
Se puede sugerir a los alumnos alguna película cristiana, programa de TV, vídeo de Youtube, artículo en internet o libro con temática cristiana y que se adecue al asunto de la Lección, haga eso y pídeles que ellos comenten en la siguiente lección sobre lo que vieron o leyeron.
- Cante
Cuando usted canta un himno conocido y adecuado al tema de la Lección, la clase canta con usted. Si se puede llevar una guitarra, no pierda la oportunidad. La música es una poderosa herramienta para la interacción y la enseñanza!
- Trabajos en equipo
Esporádicamente, realice trabajos en equipo (por ejemplo, seminarios cortos), para que los alumnos puedan investigar durante la semana, interactuar unos con otros y poco a poco perderel miedo. Pero no sólo sugiera actividades, acompañe durante la semana la preparación de los alumnos.
Para ello, será útil la comunicación a través de las redes sociales, como grupos en la aplicación WhatsApp, además del contacto cuerpo a cuerpo al final de los cultos y encuentros eventuales. Además, trabajos en equipo fortalecen los vínculos de amistad entre los alumnos y nos ayudan a percibir en medio de ellos quienes son aquellos con potencial para liderazgo.
- Lenguaje humorístico
Las cosas de Dios deben ser llevadas con seriedad, pero eso de ningún modo significa mal humor! Los profesores que nunca sonríen y nunca tienen una experiencia inusitada para contar y “romper el hielo”, antes siempre están con el “ceño fruncido”, amedrentadora, y reprimiendo a sus alumnos porque no leyeron la Lección, porque no estudian la Biblia, porque no estudian la Biblia, porque llegan tarde, etc., terminan creando una barrera en frente de la clase, y la única respuesta que tenemos es el silencio temeroso de todos.
¡La alegría es fruto del Espíritu! (Gl 5.22) Los alumnos suelen sentirse más a gusto con maestros alegres y extrovertidos, que abren las puertas al diálogo a través de la sonrisa envolvente.
- Vínculos de amistad
Establezca un vínculo sincero de amistad con sus alumnos, conversando con ellos antes y después de la escuela sabática, conociendo las limitaciones de cada uno y hablando de cómo son importantes y cuánto desea ayudarles a mejorar su desempeño en la obra del Señor. Todos nos sentimos más a gusto con maestros-amigos que con maestros-extraños que sólo nos dirigen la palabra los sábados por la mañana.
- El recurso espiritual
Puesto que estamos lidiando con la educación cristiana, que es ante todo espiritual, necesitamos la ayuda divina para dirigir a nuestros alumnos al blanco. Entonces, nunca se olvide de la poderosa herramienta llamada ORACIÓN! Santiago, el hermano de Jesús, dijo: “Si alguno no tiene sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos” (Santiago 1.5). Usted puede no tener una profesión, pero si tiene la vocación divina y vela por ella en oración (Ef 4.11, Rm 12.7), Dios le dará sabiduría, métodos y estrategias para desarrollar las mejores clases posibles.
Conclusión
Las cosas no van a cambiar de la noche a la mañana. Sus alumnos no vendrán la siguiente semana super participativos. Entonces, tenga paciencia, adopte los procedimientos arriba y persista en lo que usted desea. ¡El éxito está en la perseverancia! Además, evalúe siempre su postura ante la clase, su tono de voz y la calidad de su contenido. Cambie siempre que lo necesite. Para mejor, por supuesto!
Adaptado de Gospel Prime