La gloria de Dios los cielos la proclaman
La obra de sus manos lo grita el firmamento
Con júbilo dichosos los angeles aclaman
Al Soberano creador del universo,
El sol de su esplendor hace derroche
Y anuncia con su luz que viene el dia
Se oculta dándole pasó a la noche
Y el uno al otro declaran sabiduría
Sin palabras, sin lenguaje ni voz
Recorre el camino con firmeza
Y alegre cual gigante va veloz
De Dios exaltando la grandeza
Ley pusiste que es lo que mantiene
Los astros que circundan todo el orbe
Ley mandamiento infalible se sostiene
Escrita con amor la diste al hombre
Tu ley Señor justa y perpetua
Que ayuda a transformar la mente
Tu ordenanza santa y recta
Que al sencillo en sabio lo convierte
Dulce cuál miel que destilan los panales
Mas que el oro refinado son deseables
Con ella se amonestan las maldades
Para dejar el camino torcido y miserable
Grande galardón hay en guardarlos
Proteje todo el ser de la soberbia
Señala los errores y a enmendarlos
Para no seguir la vida de miseria
Transgredir tu santa ley lleva a la muerte
Tristeza, dolor, angustia siente el alma
Mas si confiesa su pecado al Dios viviente
Su gracia y el perdón infunden calma
Se regocija el corazón con tu precepto
El testimonio fiel ilumina la mirada
Lo promulgaste para ser perpetuo
Y lo será por siempre en tu morada
¡ Te alabó, oh Jehová! porque eres bueno
Agradable sean los dichos de mi boca
Cuál incienso hacienda hasta el cielo
Supremo redentor, mi eterna roca.
( Autor ) Gloria Leticia Millán