Existen cuatro enemigos que pueden acabar con nuestro corazón:
1.- La Grasa
Es un componente que sirve como reserva y fuente de energía. En el intestino funciona como medio de transporte y facilita la absorción de las vitaminas liposolubles, A,D,E Y K, por ejemplo. Consumida en exceso la grasa conduce a trastornos graves en el organismo tales como obesidad, diabetes, hipertensión, enfermedades coronarias, arteriosclerosis, así como otras enfermedades degenerativas, que afectan gravemente al corazón. Lo hacen insuficiente y aumentan el riesgo de sufrir un infarto.
2.- El azúcar
El principal órgano que afecta el exceso del consumo de grasa y azúcar es el corazón, ya que las arterias obstruidas impiden el paso de la sangre, por lo cual hace falta que el corazón aumente la presión en el impulso de la sangre y así comienza la hipertensión arterial.
3.- La Sal
Contiene cloro y sodio. Este último interviene en los procesos de retención de agua en los tejidos; su opuesto es el potasio, que hace que el agua salga de los tejidos. Ambos trabajan en apropiado equilibrio. Pero si hay un aumento exagerado de sodio y se retiene mucha agua en los tejidos, se forman edemas. El órgano ,as afectado en estas condiciones es el riñon y, colateralmente el corazón.
4.- La Carne
Contiene hierro, que sería lo único útil para el hombre, ya que a partir del mismo el organismo sintetiza hemoglobina humana. Ahora se sabe que el hierro de origen animal también es capaz de producir cáncer. El alto consumo de carnes, sobre todo rojas, incrementa el ácido úrico, el colesterol y los triglicéridos, las causas frecuentes de infartos.
Todos los alimentos chatarra que se venden en la calle, que consumen especialmente niños, están compuestos principalmente por grasa, azúcar y sal. No hay que olvidar que toda azúcar que una persona consume y su organismo no necesita, es un exceso que se transforma en grasa. Por tanto, es mejor adoptar un estilo de vida cardiosaludable y mantener a raya a los enemigos del corazón.