“Sabemos que Dios va preparando todo para el bien de los que lo aman, es decir, de los que él ha llamado de acuerdo con su plan” (Romanos 8:28 TLA)
Antes de que la pandemia llegue a Ecuador, nuestro club de conquistadores Jaziel planificó una campaña de reclutamiento, repartimos volantes a escuelas de nuestra ciudad y a niños de diferentes barrios, realizamos publicidad y tuvimos buenos resultados, ya que se inscribimos 25 niños nuevos a nuestro club. Los niños estaban muy emocionados de participar, tuvimos reunión con los padres y todo estaba planificado y preparado para el 14 de marzo que sería nuestra gran inauguración, pero la pandemia llegó y con ella el confinamiento que nos prohibía seguir reuniéndonos, debido a esto muchos chicos se desanimaron.
Junto a mi esposo que es el capellán del club empezamos a orar para que Dios nos diera la sabiduría para mantener activos a los adolescentes a pesar de la crisis que se vivía en el país.
Mi esposo comenzó a tener síntomas del covid19, su estado de salud nos preocupaba mucho pero no dejamos de orar y en esos días el Señor puso en nuestro corazón grabar videos para enviar a los jóvenes que dirigíamos y de esa manera desarrollar actividades con ellos, cuando empezamos a grabar mi esposo mejoró notablemente, pero yo comencé también con síntomas del virus, seguíamos orando y grabando los videos desde nuestra casa a pesar de lo que estábamos pasando. Puedo decir con certeza que Dios restauró nuestra salud y los videos grabados fueron de bendición, estos se transmitían cada domingo y de esa manera nos relacionábamos con los jóvenes, a través de reuniones virtuales.
Nuevamente nuestra fe fue probada, porque las dificultades empezaron a sentirse en el club cuando muchos adolescentes se desanimaron porque no tenían internet, o sus dispositivos se les había dañado, algunos dejaron de comunicarse y reunirse de manera virtual. Lo bueno fue que a pesar de esto encontramos la manera de contactarnos con ellos, con algunos por medio de Messenger, con otros por medio de WhatsApp, llamada, etc.
Las bendiciones llegaron y empezamos a tener una clase bíblica con algunos jóvenes que estudiaban sábado a sábado la palabra de Dios, fue maravilloso ver en el mes de julio, agosto y septiembre a niños, adolescentes y adultos llegar al bautismo.
Hoy puedo decir que el club sobrevivió a la crisis, y aunque hubo momentos en los que parecía que sucumbíamos Dios reveló su favor para con nosotros.
La crisis es la oportunidad que necesita el Señor para mostrarnos que nos quiere bendecir en gran manera, en medio de las dificultades abramos los ojos de la fe, porque todo obra para bien.
Dios te bendiga.
La autora, Nathaly Guzmán Vera es Psicóloga y nos escribe desde Ecuador, para Tu Espacio Joven.